Comunicado de prensa - diciembre 20, 2013
Greenpeace considera la necesidad de intervenir en el mercado eléctrico ocurrida en las últimas horas un escándalo y la primera consecuencia de la aprobación de la Ley del sector eléctrico.
La organización ha denunciado desde hace meses la reforma energética planteada por el Gobierno por ser un engaño ante los propios objetivos con los que se planteaba: no va a acabar con el déficit de tarifa ni va a controlar las subidas de precios. Greenpeace continúa animando a la ciudadanía a rechazar esta Ley a la vez que ahorra todos los meses en su recibo de la luz, sumándose a la incitativa "Bájate la potencia".
"Los consumidores están siendo estafados por el abuso de poder de las grandes eléctricas y la sumisión del Gobierno. Necesitamos un Gobierno independiente que se atreva a romper con este oligopolio", ha declarado Julio Barea, responsable de Energía de Greenpeace. "No hay que olvidar que el motivo real de la reforma es acabar con las energías renovables y la eficiencia energética porque son las que permitirían a la ciudadanía liberarse de la dependencia de las grandes eléctricas".
Asimismo, Greenpeace incide en que la gestión de la política energética necesita un cambio de enfoque completo para evitar que las grandes compañías eléctricas organice, manejen y decidan cómo ha de gestionarse la energía en España. La organización ecologista hace hincapié en la urgente necesidad de que el Gobierno no se deje manejar por estas compañías, dejen de tomar las decisiones que convienen a unos pocos y, si de verdad desea la recuperación económica del país, apueste por el desarrollo de las energías renovables, algo que colocó a España como líder mundial hace tan solo dos años.
Tras el fracaso de la Ley, incluso antes de entrar en vigor el 1 de enero de 2014, queda de manifiesto que las energías renovables no son las causantes de los males del sistema. Muy al contrario, son altamente beneficiosas para el medio ambiente y la creación de empleos. Además, no son las que elevan los precios de la luz, como ha quedado demostrado ayer mismo. Por eso, Greenpeace pide al Gobierno que retire la recién aprobada Ley del sector eléctrico y elabore una nueva bajo las siguientes premisas:
- Separación jurídica y patrimonial completa entre las empresas que poseen las redes de transporte y distribución de electricidad y las que poseen las centrales de generación, como sucede actualmente con las cincos grandes empresas eléctricas.
- Fin a la moratoria a las energías renovables.
- Planificación energética, con perspectiva de largo plazo con un calendario de cierre de todas las instalaciones de energía sucia y su sustitución progresiva por energías renovables y eficiencia energética, para lograr un sistema 100% renovable.
- Reforma del mercado donde se venda con los precios reales de la generación de la energía sacando a la luz los costes ocultos de la generación convencional.
- Regular el derecho al autoconsumo con energía limpia.
"Es evidente que la nueva Ley del sector eléctrico del Gobierno es un clamoroso fracaso, y ha quedado claro que solo responde a los intereses de cinco grandes empresas eléctricas que son las que controlan la energía en España", ha añadido Barea. "Como ciudadanos y consumidores de momento solo nos queda protestar y tocar donde más les duele en sus balances económicos, por eso animamos a todos a unirse a la iniciativa www.bajatelapotencia.org".