Comunicado de prensa - septiembre 3, 2012
Greenpeace anima a los ciudadanos a participar en la marcha por el cierre de la central nuclear de Almaraz, convocada por el Foro Extremeño Antinuclear, que tendrá lugar el próximo sábado 8 de septiembre. En esta edición la marcha comenzará a las 12 horas desde la Avenida de la Constitución de Almaraz (Cáceres), hasta la central nuclear, reclamando su cierre.
lunes, 11 de abril de 2011
Proyección sobre la central nuclear de Almaraz
Coincidiendo con esta marcha, el mismo día 8 de septiembre en Madrid, numerosas organizaciones han acordado mostrar su apoyo al alcalde extremeño Ángel Vadillo, en huelga de hambre desde hace 80 días para reclamar la recuperación de las ayudas a las energías renovables, a través de un acto público de solidaridad.
"Los problemas de seguridad de Almaraz los asumen los ciudadanos, mientras que los beneficios económicos los reciben Iberdrola, Endesa y Gas Natural" ha declarado Raquel Montón responsable de la campaña nuclear de Greenpeace. "En Extremadura, como en el resto del Estado, las energías renovables son la verdadera alternativa porque son seguras y sus beneficios también recaen en la ciudadanía".
La organización ecologista recuerda que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) señala que los informes de las compañías propietarias, elaborados para las pruebas de resistencia
puestas en marcha tras el accidente de Fukushima, no son suficientes en caso de los impactos de una rotura de presas aguas arriba; y los impactos estimados están por debajo de los estándares nacionales en los planes de emergencia de presas. Además, Almaraz, con dos reactores nucleares, tiene solo un generador diésel de refrigeración de aire adicional que, en caso de una pérdida de suministro eléctrico sin recuperación, no es suficiente.
Los edificios de las piscinas de combustible gastado son construcciones industriales corrientes sin ningún tipo de contención especial. Si las paredes son dañadas, grandes cantidades de material radiactivo podrían ser liberadas. Sin embargo, Almaraz no tiene adopción de medidas eficaces de gestión de accidentes, como el filtrado de la ventilación para prevenir o mitigar un accidente grave.
A pesar de todas estas deficiencias,
la unidad de Almaraz II recibió un nuevo permiso de explotación, solo un mes después de la catástrofe de Fukushima.
Greenpeace recuerda que un modelo energético basado en la eficiencia, en la inteligencia y 100 % renovable es técnicamente viable, y mucho más favorable desde el punto de vista económico, de impacto ambiental y de ocupación del territorio.