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Greenpeace exige al Presidente mexicano Felipe Calderón que cancele el proyecto Cabo Cortés

Más de 83.000 personas han respaldado en dos semanas la petición de salvar Cabo Pulmo del turismo depredador

Comunicado de prensa - marzo 28, 2012
Madrid/México DF.- Activistas de Greenpeace desplegaron ayer una gigantesca pancarta de 200 metros cuadrados frente al Palacio Nacional, en la plaza del Zócalo de México DF, para exigir al presidente Felipe Calderón la cancelación inmediata y definitiva de los permisos concedidos a Cabo Cortés, de la empresa española Hansa Urbana. Los activistas fueron detenidos por la Secretaría de Seguridad Pública y posteriormente liberados.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Cabo Cortés es el mayor proyecto turístico autorizado durante la administración de Calderón, por lo que Greenpeace ha querido recordarle que, si no revoca el permiso otorgado a este mega complejo turístico, pasará a la historia como el presidente que impuso una política de turismo depredador que destruye los ecosistemas mexicanos y que puso los intereses particulares por encima del bien común.

Más de 83.000 personas se han sumado en solo dos semanas a la petición de salvar la reserva marina de Cabo Pulmo de los intereses del turismo depredador. A través de la página web “Salvemos Cabo Pulmo”, y en mesas de votación establecidas en más de diez ciudades mexicanas, los ciudadanos están enviando un claro mensaje a favor de la conservación de este paraíso, amenazado por el mega proyecto turístico Cabo Cortés.

El responsable de la campaña de Costas y Océanos de Greenpeace, Alejandro Olivera, señaló que “Calderón debe escuchar a las más de 80.000 personas que han votado por la conservación de Cabo Pulmo en menos de dos semanas. Esta fuerte respuesta demuestra que no es solo una cuestión de Greenpeace, sino que el proyecto causa un fuerte rechazo entre la ciudadanía, que vota masivamente para defender Cabo Pulmo”. A la campaña se han sumado también músicos, actores y colectivos artísticos.

Precisamente, hoy 28 de marzo por la tarde (a medianoche, hora española) el ministro de Medio Ambiente mexicano, Juan Rafael Elvira, comparece ante el Grupo Plural de Trabajo creado en el Senado, para dar explicaciones sobre las autorizaciones concedidas por su departamento a este proyecto, pese a las numerosas irregularidades de sus evaluaciones de impacto ambiental y a la opinión contraria de varias instituciones del propio gobierno, sin mencionar a organizaciones medioambientales, de juristas y a la comunidad científica.

Cabo Cortés es un proyecto presentado por la empresa española Hansa Urbana y actualmente propiedad de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), que está a punto de ser absorbida por el Banco Sabadell. Aprobado en 2008, pretende construir más de 27.000 habitaciones de hotel, campos de golf, puerto deportivo y otras infraestructuras. Se trata de una capacidad habitacional casi igual a la de todo Cancún, planeada en una zona semidesértica que tradicionalmente ha tenido muy escasa población. El proyecto pone en grave riesgo el Parque Nacional de Cabo Pulmo, un arrecife coralino protegido desde 1995, y declarado por la UNESCO Patrimonio Natural de la Humanidad. Se trata de uno de los arrecifes con mayor cobertura coralina de todo el Golfo de California.

“Las autoridades mexicanas deben poner el interés general por encima de los intereses particulares de grupos empresariales españoles que solo pretenden una huida hacia adelante, llevando a México el mismo modelo de depredación de la costa que en España ha probado su capacidad destructiva en términos sociales y medioambientales”, declara Mabel González, responsable de la campaña de Conflictos y Medio Ambiente de Greenpeace. “Pedimos a todos aquellos preocupados por el medio ambiente que voten por la defensa de Cabo Pulmo, para que el gobierno mexicano tenga que escuchar nuestra voz”.

Sitio web de la campaña “Salvemos Cabo Pulmo”:
www.salvemoscabopulmo.org (en español)
www.savecabopulmo.org (en inglés)