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Greenpeace pide al Banco Santander que no financie un proyecto nuclear en zona de alto riesgo sísmico en la India

El desarrollo de la central nuclear de Jaitapur vulnera los Derechos Humanos y el Gobierno indio reprime duramente la creciente oposición ciudadana al proyecto

Comunicado de prensa - mayo 11, 2011
Greenpeace se ha dirigido al Presidente del Banco Santander para pedirle que la entidad no financie la central nuclear de Jaitapur en la India, un proyecto extremadamente peligroso por estar situado en una zona de alto riesgo sísmico, entre otras razones. En estos momentos, según la información de que dispone la organización ecologista, el Banco Santander estaría considerando la posibilidad de financiar dicho proyecto nuclear.

A pesar de la catástrofe nuclear de Fukushima, hay planes para construir una central nuclear en una región muy propensa a los terremotos en la costa oeste de la India. La planta nuclear Jaitapur sólo puede ser construida con financiación de bancos como BNP Paribas y HSBC

El Gobierno indio planea que Jaitapur se convierta en la mayor central nuclear del mundo. La organización ecologista advierte al Banco Santander de que el proyecto implica riesgos similares a los que han conducido a la catástrofe de la central nuclear de Fukushima en Japón, por encontrarse en una región costera clasificada por las autoridades como una zona con alto riesgo de seísmos y donde también existe el peligro de inundaciones por tsunamis o por otros sucesos extremos. Estas circunstancias fueron ignoradas en la selección del emplazamiento. Además Jaitapur se ha planteado despreciando los Derechos Humanos y cuenta con una fuerte y creciente oposición local, que está siendo duramente reprimida por el Gobierno.

Greenpeace informa asimismo al Banco Santander del impredecible coste económico del proyecto y de la gran incertidumbre regulatoria que aún mantiene la tecnología de reactores EPR (European Pressurized Reactor), que empleará Jaitapur. Los EPR utilizan la misma tecnología de reactores de agua ligera de Fukushima, siendo consustancialmente vulnerables por su dependencia de un sistema de refrigeración activo para prevenir el sobrecalentamiento y la fusión del núcleo, incluso mucho tiempo después de que el reactor se haya llevado a parada, como se ha podido comprobar en el accidente nuclear en Japón.

Los EPR adolecen de fallos como la ubicación de los generadores diésel de emergencia cerca del suelo, el riesgo de explosiones de hidrógeno, la proximidad de la sala de control al reactor y el hecho de que las piscinas de combustible nuclear gastado se ubican fuera de la estructura de contención que protege contra fugas de radiactividad.

Actualmente no hay ningún reactor nuclear EPR en funcionamiento en el mundo y solo existen otros dos proyectos con estos reactores: en Finlandia y Francia. La Agencia de Seguridad Nuclear Finlandesa (STUK) ha identificado más de 3.000 fallos de diseño y desviaciones de calidad en el reactor de Olkiluoto 3, cuya construcción está aún lejos de concluir.

Este proyecto acumula cuatro años de retraso sobre el calendario oficial inicialmente previsto y enormes sobrecostes de más de 3.000 millones de euros sobre lo originalmente calculado. La situación tampoco mejora en Francia, donde el proyecto del otro EPR en construcción, Flamanville-3, lleva ya dos años de retraso, 1.700 millones de euros de sobrecostes y está sufriendo cuantiosos problemas técnicos y de seguridad.

Como el historial de accidentes en la India ha mostrado, incluso la operación de reactores relativamente pequeños se ha caracterizado por sus pobres estándares de seguridad y por inmensos problemas técnicos. Uno de los ejemplos más extremos es el colapso del edificio de contención del reactor en la central nuclear de Kaiga en 1994. Estos antecedentes ponen en cuestión la idoneidad de acometer un proyecto de la magnitud y complejidad de Jaitapur.

Greenpeace recuerda además al Banco Santander de que el proyecto ya está causando cuantiosos problemas sociales debido a que 1.000 familias perderán sus granjas y muchas más  sus zonas de pesca y su medio de vida. En los últimos meses la oposición local al proyecto, que se ha manifestado pacíficamente durante los últimos cuatro años, ha crecido intensamente. Esta oposición ciudadana está siendo duramente reprimida: el pasado mes de abril una persona resultó muerta a manos de la policía y más de 1.500 personas han sido detenidas durante las protestas contra el proyecto.

“Por razones técnicas y económicas, invertir en energía nuclear mina la viabilidad de las energías renovables, por lo que es ahora necesario hacer una elección. La energía nuclear no es una solución al cambio climático. El riesgo inherente y el alto coste de las centrales nucleares puede ser evitado invirtiendo en un sistema energético eficiente, inteligente y 100% renovable”, ha declarado Carlos Bravo, responsable de la campaña de energía nuclear de Greenpeace.

Por todos estos motivos, Greenpeace considera que Jaitapur es un proyecto enormemente controvertido y peligroso y  urge al Banco Santander a abandonar su interés en el mismo.

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