Comunicado de prensa - julio 13, 2011
La organización ecologista Greenpeace ha recibido con satisfacción la noticia del cierre temporal del vertedero de Nerva (Huelva) motivado, según la Junta de Andalucía, por el último incendio que tuvo lugar en el vertedero el pasado lunes.
Vertedero de Nerva, Huelva
Greenpeace y Ecologistas en Acción llevan meses denunciando diferentes
irregularidades de la empresa Befesa (Abengoa) en su planta de Nerva y habían pedido en numerosas ocasiones al Gobierno andaluz que adoptara esta medida.
Las organizaciones ecologistas esperan, de todos modos ,
que se trate de una medida contundente y que los próximos pasos de la Junta sean denegar a Befesa la ampliación del vertedero y el establecimiento un calendario de cierre definitivo.
“Es una buena noticia. Esperamos que este clausura temporal no sea solo fachada, sino que se aproveche para realizar una inspección en profundidad y detectar todas las irregularidades que se están cometiendo”, ha declarado Sara del Río.
“Es más que sensato plantear un cierre definitivo, la empresa está actuando de forma negligente, además, los habitantes de las inmediaciones pueden ver amenazada su salud, y un entorno como el del río Tinto, catalogado como Lugar de Interés Comunitario por la Unión Europea, requiere mayor protección”.
Los ecologistas solicitaron el cierre, por ejemplo, tras conocer que el Seprona había levantado un acta de infracción por presuntos vertidos ilegales al río Tinto.
Esta irregularidad se sumaba, entonces, a la larga lista de las que acumulaba la empresa Befesa en Huelva y en concreto en la planta de Nerva.
Entre ellas, tres sanciones graves impuestas a Befesa por el Ministerio de Trabajo debido a las malas condiciones de sus instalaciones en Palos de la Frontera, y un anterior incendio ocurrido en el vertedero de Nerva el 15 de abril.
Greenpeace también remitió información a la Comisión Europea que evidenciaba el tratamiento que han recibido unos residuos peligrosos italianos llegados al vertedero de Nerva. Estos residuos procedentes de un trabajo de descontaminación no han seguido la legislación vigente y se han vertido sin recibir el tratamiento que Befesa aseguraba que habían recibido, lo que podría constituir un grave incumplimiento de la normativa europea, por lo que la Comisión Europea ha abierto una investigación al respecto.