Comunicado de prensa - agosto 22, 2011
La Justicia danesa ha condenado a los once activistas de Greenpeace que participaron en la acción pacífica de la Cumbre del Clima, incluido Juan López de Uralde, ex director de Greenpeace España, a 14 días de prisión suspendida así como a una multa de 75.000 coronas danesas, rebajando significativamente la petición del fiscal que demandaba 60 días de cárcel y una multa de 200.000 coronas danesas. Además, el tribunal ha desestimado la petición de la fiscalía de prohibir la entrada de los activistas a dinamarca por un periodo de 6 años.
El Tribunal de Copenhague ha condenado a los once activistas de Greenpeace por allanamiento de morada, falsificación de documentos y suplantación de cargo público. Finalmente les han declarado no culpables del delito de ofensa contra la Reina de Dinamarca, anfitriona de la cena (este cargo no se empleaba en el país danés desde 1934).
“La decisión de la justicia danesa, que impone un periodo de cárcel suspendida incluso inferior a la ya cumplida de modo preventivo, demuestra la desproporción del proceso llevado a cabo desde la detención de los activistas en diciembre de 2009, tras realizar una acción pacífica solicitando acción contra el cambio climático” ha declarado Miren Gutiérrez, Directora Ejecutiva de Greenpeace España.
Tres de los activistas (Juan López de Uralde, Nora Christensen y Christian Schmutz) lograron entrar la noche del 17 de diciembre de 2009 en el palacio de Christiansborg, en la cena de gala a la que asistían los 120 líderes mundiales presentes en la Cumbre del Clima de Copenhague, y desplegar una pancarta con el lema: “los politicos hablan, los líderes actúan”. Los tres activistas y el responsable de la campaña de Energía de Greenpeace Internacional, Joris Thijssen, ya pasaron 20 días en prisión preventiva en las Navidades de 2009.*
Greenpeace recuerda que desde que terminó la cumbre del Clima de Copenhague se han batido el récord de emisiones de CO2 (en 2010), el Ártico ha alcanzado los niveles más bajos de hielo desde 1979 y continúa el aumento de las temperaturas y la proliferación de fenómenos meteorológicos extremos y de grandes sequías.
“La verdadera ofensa que hubo en Copenhague no fue la acción de Greenpeace sino la indiferencia que los líderes políticos mundiales mostraron frente a los millones de personas que ya están sufriendo los graves impactos del cambio climático”, ha añadido Miren Gutiérrez. “Un año y medio después de nuestra ación es el momento de centrarnos en la próxima Cumbre del Clima que va a celebrarse a finales de 2011 en Durban (Sudáfrica).
Esperamos que para entonces los líderes políticos demuestren su compromiso con el planeta y aborden el tema clave en la lucha contra el cambio climático: el establecimiento de compromisos de reducción de emisiones que nos permitan detener el aumento de la temperatura global tan lejos como sea posible del límite de 2ºC establecido por los científicos”