Este sitio usa cookies. Si continúas navegando estás aceptando su utilización. Más información

Greenpeace apoya las manifestaciones antinucleares del sábado 9 de abril en Burgos y en Valencia

La central nuclear de Garoña sufrió ayer su segundo suceso de seguridad notificable en lo que va de año. La planta de Cofrentes acumula tres sucesos de seguridad notificables en lo que va de año

Comunicado de prensa - abril 8, 2011
La asociación ecologista Greenpeace anima a los ciudadanos a participar en las manifestaciones antinucleares que tendrán lugar mañana sábado 9 de abril en Burgos y en Valencia. En Burgos, la manifestación comenzará a las 13:00 horas en la Plaza del Cid. En Valencia tendrá salida a las 18:30 de la Plaza de San Agustín.

Central nuclear de Garoña (Burgos)

Con esta manifestaciones se quiere reclamar al Gobierno central el cierre inmediato de las centrales nucleares de Cofrentes, en Valencia, y Garoña, en Burgos, del mismo diseño que las del accidente nuclear de Fukushima. Este sería un primer paso para el cierre progresivo pero urgente de todas las centrales nucleares españolas.

El mal funcionamiento de la central de Garoña ha vuelto a demostrarse ayer con la publicación, por parte del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), del segundo suceso de seguridad notificable sufrido por esta central nuclear en lo que va de año.

Ayer jueves 7 de abril, se produjo una  pérdida de alimentación eléctrica en un monitor de radiación de vigilancia de la atmósfera exterior que provocó el arranque automático del sistema de ventilación de emergencia de la Sala de Control. Dicha pérdida de suministro eléctrico se debió a una avería en la fuente de alimentación. De especial importancia fue el fallo que se produjo en la central de Garoña el pasado miércoles 23 de febrero. Ese día, debido al bloqueo de la puerta de acceso a la zona del sistema de bombeo del accionamiento de las barras de control (las cuales son el “freno” de la reacción nuclear), no se pudo realizar la ronda de vigilancia contra incendios durante más de una hora en esa zona.

Greenpeace ha demostrado, además, recientemente, la contaminación térmica que produce la central nuclear de Garoña en el río Ebro y, en consecuencia, el incumplimiento de la autorización de vertido de aguas de refrigeración otorgada por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) a esta central nuclear. Por este motivo, la organización ecologista exige a la CHE y al Ministerio de Medio Ambiente, del que depende este organismo de cuenca, que revoque la autorización de vertido de la central nuclear y paralice su actividad de forma inmediata. De no hacerlo, Greenpeace emprenderá acciones legales contra la CHE.

Sucesos de seguridad en la central nuclear de Cofrentes

Central nuclear de Cofrentes (Valencia)

La central nuclear de Cofrentes, por su parte, ha acumulado en lo que va de año otros tres sucesos de seguridad notificables, de acuerdo a los datos del Consejo de Seguridad (CSN). Estos datos confirman su mal funcionamiento y su pésima Cultura de Seguridad (ya denunciada en el pasado por organismos internacionales como la Asociación Mundial de Operadores Nucleares, WANO).

Los tres últimos sucesos de seguridad notificables han sido: un error humano durante la realización de una prueba de instrumentación de detección de radiación de Sala de Control; un fallo en la apertura de una válvula situada en la línea de recirculación del sistema de aspersión del núcleo a alta presión. Y  por último, un fallo en un monitor de radiación de la Sala de Control provocó el cierre de dos válvulas de aislamiento y el arranque automático de uno de los sistemas de filtración de emergencia de la Sala de Control.

Así, con datos del CSN en la mano, desde el año 2001 hasta hoy la central nuclear de Cofrentes ha sufrido al menos 103 sucesos de seguridad notificados por el CSN, de los cuales 2 han sido de Nivel 1 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES), y 25 paradas no programadas.

Además, desde 2007 la central nuclear de Cofrentes ha tenido que declarar seis prealertas de emergencia por motivos técnicos, cinco de ellas en los últimos tres años por el fallo reiterado de las válvulas de alivio y de seguridad del circuito primario, por donde circula a presión agua altamente radiactiva, un problema aún sin resolver.

Categorías