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Vandellós-2 no superó la prueba hidrostática exigida por el CSN

Las múltiples fugas que se produjeron durante la prueba hidrostática

Comunicado de prensa - abril 11, 2005
El sistema de agua de servicios esenciales de la central nuclear Vandellós-2 no superó la prueba hidrostática realizada este fin de semana para comprobar el estado de este sistema de tuberías que forma parte del sistema de refrigeración de la central nuclear de Vandellós-2.

Vista de la central nuclear de Vandellos-II

De acuerdo con la información de que dispone Greenpeace, la prueba hidrostática (que se realiza con sobrepresión para comprobar el grado de resistencia de las tuberías), exigida por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) al titular de Vandellós-2, demostró el pésimo estado en que se encuentra este sistema de refrigeración, muy importante para la seguridad de la central y para la protección de los ciudadanos y del medio ambiente.

"La prueba hidrostática salió muy mal. Se produjeron abundantes fugas de agua, lo que demuestra el mal estado en que se encuentra el sistema y que las reparaciones que se hicieron no han servido para nada” -ha declarado Carlos Bravo, responsable de la campaña de energía nuclear de Greenpeace.

El estado de este sistema de refrigeración es una prueba de la falta de cultura de seguridad de los propietarios de Vandellós-2, consecuencia de su incapacidad para gestionar adecuadamente la seguridad de la misma, y de su actitud irresponsable. Esta actitud ya ha sido reconocida recientemente hasta por el propio CSN, aunque este organismo en un principio prefirió encubrir al titular de Vandellós-2 y ofrecer a la opinión pública una versión minimizada de lo ocurrido.

Los ecologistas han mostrado su satisfacción por el hecho de que el CSN haya tenido que dar la razón a Greenpeace y haya reconocido, por un lado, la extraordinaria gravedad del suceso de corrosión del sistema de agua de servicios esenciales de la central nuclear Vandellós-II y, por otro, que los propietarios de Vandellós-2 (propiedad de Endesa e Iberdrola, en un 72% y un 28% respectivamente) han estado ocultando sistemáticamente información sobre el mal funcionamiento de su instalación y que han priorizado sus intereses económicos sobre la seguridad.

Greenpeace reitera que, a pesar de ese reconocimiento del CSN, aún quedan por contestar numerosos interrogantes sobre la gestión de este suceso por parte del CSN. Por ejemplo, Greenpeace exige al CSN que explique por qué permitió que continuase la operación de la central a sabiendas (tras los resultados de la inspección multidisciplinar llevada a cabo por el CSN a finales de septiembre y principios de octubre) de que el sistema de agua de servicios esenciales estaba sumamente deteriorado y que además había dudas sobre el estado de otros sistemas relacionados.

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