Comunicado de prensa - septiembre 12, 2007
Activistas de Greenpeace despliegan una pancarta gigante en el Ministerio de Agricultura en Bucarest (Rumanía), en protesta por los cultivos de transgénicos. Rumanía es el único país de la UE que cultiva soja transgénica, y ha empezado a cultivar ilegalmente maíz transgénico, ambos de la multinacional Monsanto.
Activistas de Greenpeace escalan la fachada del Ministerio de Agricultura en Bucarest (Rumanía) para desplegar un poster gigante en contra del maíz transgénico.
Tras una semana de acciones no-violentas (cuarentena de zonas
contaminadas por transgénicos, como la isla de Braila), un grupo de
activistas desplegaron ayer una inmensa pancarta en el ministerio
de Agricultura, simbolizando el peligro de los transgénicos. Al
cabo de una hora del inicio de la acción, el Secretario de Estado
de Agricultura recibía a los responsables políticos de la campaña
contra los transgénicos. Una hora después se convocó una rueda de
prensa conjunta con gran presencia mediática, a lo largo de la cual
el Secretario de Estado afirmó reiteradamente que apoyaría una
moratoria contra el cultivo y la importación de Organismos
Modificados Genéticamente (OMG) si ésta era solicitada y gestionada
por el Ministerio de Medio Ambiente.
"Es una buena noticia que el gobierno Rumano se tome en serio
los riesgos sanitarios y medio ambientales de los OMG, y un gran
paso que haya tomado esta decisión, rompiendo el respaldo que ha
venido dando a a las empresas biotecnológicas, ha afirmado
Juan-Felipe Carrasco, responsable de la campaña contra los
transgénicos de Greenpeace en España. "El Gobierno Español, quien
está actuando claramente a favor de estos cultivos debería ahora
inspirarse en el ejemplo del Gobierno Rumano y tomarse la salud
pública y medio ambiental en serio", ha añadido Carrasco.
Esta acción es la continuación de una larga campaña en la que se
ha venido denunciando el cultivo ilegal de soja transgénica en
dicho país (recordemos que, bajo la legislación Europea, está
prohibido el cultivo de soja MG en la UE), así como de maíz Mon 810
(el tipo de maíz transgénico que se cultiva en España y cuya
siembra, sin embargo, está absolutamente prohibida en Rumanía).
La organización ecologista ha exigido al gobierno Español que
deje de promover los intereses de las empresas biotecnológicas en
España, que proteja la salud y el medio ambiente prohibiendo todo
cultivo de transgénicos en España y que explique con transparencia
qué ha ocurrido con las miles de hectáreas que ha tolerado un año
más en nuestra geografía (en especial el Maíz Mon 810, cuya
autorización está actualmente en proceso de revisión por parte de
la UE. "España debería seguir el ejemplo de países com Hungría,
Austria, Polonia o Grecia, que han prohibido el Mon 810 y optar por
proteger la calidad de sus producciones en lugar de los oscuros
intereses de un puñado de empresas que pretenden convertir el
planeta en un gigantesco experimento genético", ha añadido
Carrasco.