Comunicado de prensa - septiembre 3, 2004
La presentación por parte del Ministerio de Medio Ambiente de su programa A.G.U.A. ha sorprendido a Greenpeace, pues en él no se tienen en cuenta ninguna de las alternativas, que a petición del propio ministerio, fueron planteadas por la organización ecologista el pasado mes de mayo en relación con la derogación del trasvase del Ebro. En cambio parece consolidar de nuevo una oferta ilimitada favorecedora de la especulación y el negocio del agua.
Greenpeace planteó el pasado mes de mayo en su documento sus
dudas sobre los datos en que el ministerio se había basado para
calcular el volumen de agua ofertado; la necesidad de incentivar el
ahorro y frenar la demanda; la prevención de la contaminación de
agua en origen, que está haciendo que desechemos gran parte de los
recursos hídricos existentes de las cuencas mediterráneas y su
preocupación por los aportes de nuevos caudales por medio de
desalación.
Sin embargo, el programa A.G.U.A. recoge íntegramente las
actuaciones expuestas en el Real Decreto Ley 2/2004 de 18 de junio.
Sería necesario plantear estrategias y políticas encaminadas a
solventar los problemas de escasez y utilización racional del agua
en todo el territorio nacional, estudiando la necesidades reales de
la misma. El programa presentado por el Gobierno, apuesta en más de
un 50% en la desalación, y debería evaluar previamente qué medidas
se pueden tomar para mejorar el ahorro y la eficiencia en la
gestión del agua. La desalación sólo debe usarse para consumo
humano y en casos donde ninguna otra solución sea posible.
La oferta de caudales propuestas en el trasvase y ahora en el
nuevo proyecto del actual Gobierno es en buena parte consecuencia
de la desinformación existente referente al agua en nuestro país.
"Es preocupante la falta de datos y baile de cifras según quien y
para que se manejen. Tener datos fiables y contrastados del agua
necesaria permitiría, tanto a las administraciones como usuarios,
abordar el problema desde la base. Por ello, es fundamental conocer
los niveles de consumo de las diferentes actividades y las demandas
reales de todos los sectores implicados en el consumo de agua", ha
afirmado Julio Barea, responsable de la Campaña de Aguas de
Greenpeace.
El programa del Ministerio de Medio Ambiente debería evaluar y
ejecutar en primer lugar las medidas encaminadas a mejorar el
ahorro y la eficiencia en la gestión del agua, y no apostar tan
claramente por la construcción de nuevas plantas desaladoras. Ello
pasaría también por el control de los regadíos ilegales, la mejora
de los canales y redes de distribución de agua (que actualmente
presentan pérdidas de más del 30%), el fomento de la reutilización
de aguas residuales para riegos y una política de precios del agua
que fomente el ahorro.
¡Hazte Socio de Greenpeace!
Greenpeace es una organización independiente, que no acepta
donaciones ni presiones de gobiernos, partidos políticos o empresas
y cuya actividad depende exclusivamente de las aportaciones
voluntarias de socios y simpatizantes. Si quieres ayudar a
Greenpeace, hazte socio
ahora