Caravana solar en Madrid.
La inquietud en el sector de las energía solar es máxima, dado
que Sebastián sigue estancado en sus planteamientos, y podría
llevar el decreto al Consejo de Ministros del próximo viernes 26.
El nuevo borrador de Decreto de retribución de la solar
fotovoltaica que el Ministerio ha enviado al Consejo de Estado,
paso previo a la aprobación en Consejo de Ministros, incluye la
"concesión" de permitir la instalación adicional de 200 MW en el
año 2009, a añadir al tope anual de 300 MW. Esto sigue siendo
totalmente insuficiente, pues en 2008 se van a instalar unos 1800
MW. Además, el decreto penaliza gravemente a las instalaciones
fotovoltaicas en edificios, con exigencias injustificables como la
retirada de la exención actual de depositar un aval de
500EUR/kW.
Las pretensiones del Gobierno español contrastan con las de
Alemania, el país líder mundial en energía solar fotovoltaica, que
no impone ningún límite de potencia a la energía solar que se pueda
instalar, a pesar de que a final de 2007 había alcanzado los 3.800
MW instalados y que prevé alcanzar los 6.500 MW en 2010. Para
regular el mercado, el sistema alemán parte de una tarifa más
generosa que la española, pero la reduce en un 8% cada año, con lo
cual estimula a que la producción sea cada vez más eficiente y
económica. La fotovoltaica también disfruta de tarifas iguales o
mejores que la española, sin contar con el recorte que propone
Sebastián, en países como Corea del Sur, Francia, Italia, República
Checa o Austria.
"Es increíble que un Gobierno que se autoproclama defensor de
las energías renovables arremeta despiadadamente contra la energía
solar", ha declarado José Luis García Ortega, responsable de la
campaña de Cambio Climático y Energía de Greenpeace. "Lo que hay
que frenar son las energías sucias y peligrosas, como la nuclear y
el carbón, que sobreviven gracias a las subvenciones que
históricamente han recibido, y no las energías limpias y
renovables, que cada vez producen más energía con menos apoyo."
Más allá del grave daño que el nuevo decreto puede hacer a la
energía solar en España, Greenpeace ve con preocupación el efecto
que este frenazo puede tener en la escena internacional, tanto en
los mercados como en las legislaciones nacionales, dado que España
es uno de los países punteros en fotovoltaica y muchos países miran
hacia ella para tratar de imitar el éxito experimentado en el
crecimiento de las renovables.
Greenpeace considera que, mientras las centrales nucleares no
paran de tener incidentes que pueden amenazar nuestra seguridad,
mientras España es el país que más se aleja de cumplir el Protocolo
de Kioto debido al aumento de las emisiones de CO_2 (causadas en
primer lugar por las centrales térmicas), que siguen en niveles
máximos, es evidente que necesitamos cambiar con urgencia a fuentes
de energía limpias, seguras y capaces de crecer rápidamente.
La energía solar fotovoltaica es una de las que mejor está
respondiendo a este reto energético, creciendo a una velocidad sin
precedentes, y gracias a ella España ha desarrollado un sector
industrial líder a escala mundial, que ha creado más de 26.000
puestos de trabajo. Según los informes de Greenpeace, esta
tecnología podría abastecer siete veces la demanda eléctrica que
tendría la península en 2050 y a escala mundial la fotovoltaica
podrá suministrar electricidad a dos tercios de la población
mundial en 2030. Además, todas las previsiones apuntan a que para
mediados de la próxima década será más barata la electricidad
producida en los paneles solares ubicados en España que lo que
tendrá que pagar el consumidor doméstico por comprar electricidad
de la red.
Para Greenpeace, la respuesta del Gobierno tendría que ser la de
garantizar que ese rápido desarrollo se mantenga y ayudar a que sea
cada vez más económico. Por eso pide a Sebastián que no limite la
cantidad de energía solar que se pueda instalar y que, antes de
publicar ese Decreto, tenga en cuenta las observaciones de
Greenpeace y de tantas organizaciones sociales, comunidades
autónomas y organismos oficiales que han presentado alegaciones a
la propuesta.