El pasado 22 de mayo, activistas de Greenpeace reclamaron en las instalaciones de la empresa armamentística Expal la prohibición total de las bombas de racimo.
Entre las personalidades que se reunirán en Oslo se encuentran
jefes de Estado, ministros de Asuntos Exteriores y diplomáticos de
alto nivel. Durante los días 3 y 4, en que se celebra la
Conferencia de Oslo, expresarán la postura de cada país con
respecto al Tratado y firmarán el texto. Se espera que éste entre
en vigor en un breve plazo de tiempo, ya que para ello sólo son
necesarias la firma y ratificación de 30 Estados.
Esta histórica conferencia es el resultado de 18 meses de
intensas negociaciones, en el marco del denominado Proceso de Oslo,
y marca el inicio de la aplicación del Tratado en todo el mundo. En
este proceso, liderado por el Gobierno noruego y fuertemente
apoyado por la sociedad civil, se ha logrado en un plazo de tiempo
mínimo un Tratado de máximos. Se trata de un buen texto para la
sociedad civil. Por ejemplo, ninguna otra norma de Derecho
Internacional aprobada hasta ahora contiene unas exigencias
similares de asistencia a las víctimas.
La sociedad civil, agrupada en la Coalición contra las Bombas de
Racimo (CMC, por sus siglas en inglés), ha apoyado e impulsado este
proceso desde su inicio y ha expresado su satisfacción por el
contenido del Tratado. Más de 300 organizaciones de 80 países
también estarán presentes en esta Conferencia organizando distintos
actos.
En el Estado español, la Fundació per la Pau, Greenpeace,
Justicia i Pau y Moviment per la Pau han trabajado en este tema en
los últimos años y también envían una representación a la
conferencia. Dichas organizaciones han expresado su satisfacción
por el resultado del proceso y han felicitado al Gobierno español
por sumarse al mismo. Además, desde el Gobierno se han anunciado
medidas unilaterales para adelantarse incluso a la ratificación del
Tratado, y aplicar de inmediato su contenido. Se trata de una
posición que debemos alentar y reconocer.
El miércoles, coincidiendo con la Conferencia de Oslo, en el
Parlamento de Catalunya serán recibidas dichas organizaciones por
el President del Parlament y por diputados de la Comisión de
Cooperación y Solidaridad, con el objetivo de celebrar la firma de
dicho Tratado. El apoyo del Parlamento catalán fue de gran
relevancia para el posicionamiento final del Gobierno español, ya
que el pasado mes de mayo aprobó por unanimidad una resolución de
apoyo a este Proceso.
DATOS BÁSICOS DE LA CONFERENCIA DE OSLO CUÁNDO: entre el 2 y el
4 de diciembre de 2008. El 3 de diciembre, a las 10.00, comienza la
conferencia formal con un discurso del primer ministro de Noruega,
representantes de la CMC y Naciones Unidas y el presidente del
Comité Internacional de la Cruz Roja. Los países que han impulsado
este proceso (Austria, Irlanda, México, Nueva Zelanda, Perú, Zambia
y el Vaticano), junto con dos de los más afectados por el problema
(Laos y Líbano) serán los primeros en firmar. QUIÉN Jefes de
Estado, ministros de Asuntos Exteriores y altos representantes de
más de 100 países. 250 representantes de ONG de más de 70 países.
Supervivientes de las bombas de racimo y las minas de Albania,
Afganistán, Croacia, Estados Unidos, Etiopía, Irak, Laos, Líbano,
Serbia, Tajikistán y Vietnam. Expertos en retirada de restos
explosivos y desminado de Bosnia-Herzegovina, Camboya, Líbano,
Serbia, Vietnam y el Sáhara Occidental. DÓNDE: Oslo City Hall
FACILIDADES PARA LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Hay espacio para
cámaras, fotógrafos, etc., en el salón principal, donde tendrá
lugar la ceremonia de apertura y los principales discursos. Y áreas
para fotografías y entrevistas Posibilidad de acceso a la sala
donde se lleva a cabo la firma. Material para medios de cada país
(en IMX y DV PAL) con el discurso del representante del país,
imágenes de la firma, material de contexto e histórico, etc.
Disponible en www.osloccm.no/media Un centro de prensa con
teléfonos, fax, fotocopiadoras y acceso a Internet. EL CONTENIDO
DEL TRATADO Es un texto sin excepciones, que prohíbe todos los
tipos de bombas de racimo. No tendrá retrasos pues, a pesar de los
intentos de varios países de retener durante un tiempo sus
arsenales, no se han aceptado periodos de transición. Entrará en
vigor en cuanto 30 países lo hayan firmado y ratificado. Esto puede
suceder muy pronto. Todas las bombas de racimo que se han usado en
Vietnam, Laos o Camboya; Kosovo, Afganistán, Irak o Líbano,
quedarán prohibidas, al igual que todas las demás. Otro punto
fuerte del Tratado es el elevado nivel de detalle con que se
definen los apartados de cooperación internacional y de asistencia
a las víctimas. Estos eran los puntos débiles del Tratado de Ottawa
sobre minas antipersonales y ahora han quedado resueltos, lo que
sienta un precedente importante de cara a otros futuros tratados
sobre armas convencionales. Finalmente, pese a que existe la
posibilidad de hacer uso de bombas de racimo en las operaciones
militares conjuntas entre estados que hayan ratificado el Tratado y
aquellos que no lo hayan hecho, estas opciones podrán minimizarse
si la sociedad civil continua mostrándose tan vigilante y activa
como hasta la fecha.