Basura electrónica en Ghana
"Muchas de las sustancias que hemos detectado son altamente
tóxicas, algunas pueden afectar al desarrollo del sistema
reproductor de los niños y otras pueden alterar su desarrollo
cerebral y del sistema nervioso", -ha afirmado Kevin Brigden, de la
Unidad Científica de Greenpeace Internacional. "En Ghana, China e
India, los trabajadores, que muchos de ellos son niños, se exponen
a niveles relevantes de esta sustancias tan peligrosas."
Un grupo de investigadores de Greenpeace, entre los que se
encontraba un científico, visitaron dos plantas de reciclaje de
residuos electrónicos en Ghana. Una de ellas se encontraba en el
mercado de Agbogbloshie, en Accra, el centro neurálgico del
reciclaje de este tipo de residuos en Ghana, y otra en la ciudad
de Korforidua. Las muestras se recogieron en lugares donde tienen
lugar las quemas a cielo abierto de los residuos electrónicos, así
como en una pequeña laguna, en Agbogbloshie (2).
Algunas de las muestras contienen metales tóxicos, entre los que
se ha detectado plomo en cantidades 100 veces superiores a las
muestras de suelos y sedimentos no contaminados. También se ha
encontrado que en la mayoría de las muestras aparecen otras
sustancias químicas como los ftalatos, grupo de sustancias
conocidas por alterar la reproducción sexual. Además, una de las
muestras analizadas contiene altos niveles de dioxinas cloradas,
cuya consecuencia más importante en el cuerpo humano es la
capacidad de provocar cáncer.
La naturaleza y magnitud de la contaminación química que se ha
detectado en Ghana es similar a la que ya había detectado
Greenpeace en anteriores análisis realizados en China e India, en
lugares donde se realizaba la quema a cielo abierto de residuos
electrónicos.
A Ghana llegan por barco contenedores llenos de ordenadores,
monitores y televisores usados, a menudo estropeados, de marcas
como Philips, Sony, Microsoft, Nokia, Dell, Canon y Siemens,
procedentes, entre otros, de países europeos, etiquetados de forma
fraudulenta como "bienes de segunda mano". La mayoría de la carga
que llevan los contenedores acaba en desguaces de este país, donde
serán apisonados y quemados por trabajadores, que frecuentemente
son niños, utilizando, en ocasiones, sus manos sin ningún tipo de
protección. Ésta práctica no sólo contamina el medio ambiente sino
que, además, expone a los trabajadores a partículas de polvo y
humos potencialmente tóxicos. Este "reciclaje" básico se realiza en
busca de las partes metálicas, principalmente aluminio y cobre, que
se vende, aproximadamente a dos euros cada cinco kilos.
"A no ser que las empresas eliminen las sustancias peligrosas
con las que fabrican sus aparatos y se responsabilicen de qué
ocurre con sus productos durante todo su ciclo de vida, esta
contaminación e intoxicación sistemática se mantendrá" -ha
declarado Sara del Río, responsable de la campaña Contaminación de
Greenpeace. "Las empresas electrónicas no deberían permitir que sus
productos acaben contaminando la pobreza por todo el mundo".
Notas:
(1) Nota Técnica 10/2008 de los laboratorios de investigaciones
de Greenpeace "La contaminación química en los emplazamientos de
reciclaje y gestión de residuos electrónicos en Accra y Korforidua,
Ghana"
www.greenpeace.org/Ghanacontamination
(2) "Envenenando la pobreza. Residuos electrónicos en
Ghana".
www.greenpeace.org/espana/reports/envenenando-la-pobreza