Imágenes de activistas de Greenpeace pidiendo el cierre de la Central Nuclear de Almaraz (Cáceres).
Esas declaraciones habían sido precedidas por otras en el mismo
sentido, como las realizadas en junio de 2002 por el Secretario
General del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, en la presentación
del libro "Ecología: Perspectivas y Política de Futuro", en mesa
compartida con responsables del movimiento ecologista, donde ya se
comprometió al "abandono gradual" de la energía nuclear en España y
se manifestó contrario a la ampliación de la actividad de las
centrales ahora en funcionamiento.
Por supuesto hubo muchas otras declaraciones posteriores
similares, sobre todo a medida que se acercaban las elecciones
generales de marzo de 2004, tanto por parte del entonces candidato
a la Presidencia del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como
de otros destacados responsables del PSOE.
Finalmente este compromiso quedó plasmado en el Programa
Electoral del PSOE a las Elecciones Generales 2004, y también en el
ya citado Acuerdo Programático PSOE-Los Verdes de cara a esos
comicios. En estos documentos se afirmaba: "Mantendremos nuestro
compromiso de sustitución gradual de la energía nuclear por
energías más seguras, más limpias y menos costosas, que se llevará
a cabo de forma ordenada en el tiempo, dando prioridad a la
garantía de suministro y con el máximo consenso social".
La ciudadanía se ha manifestado en incontables ocasiones
(encuestas del CIS, Eurobarómetro de la Comisión Europea...)
totalmente favorable al cierre de las centrales nucleares. De
hecho, según el último Eurobarómetro, sólo el 4% de los ciudadanos
españoles se muestra partidario de la energía nuclear.
Es un hecho incontestable que el PSOE y su Secretario General,
José Luis Rodríguez Zapatero, ganaron las elecciones generales del
14 de marzo de 2004, haciendo uso de una serie de promesas, entre
ellas, la de cerrar las centrales nucleares.
Tras la victoria electoral, ese compromiso electoral se
convirtió en compromiso de Gobierno. Ya en su Discurso de
Investidura ante el Congreso de los Diputados, en mayo de 2004,
Zapatero afirmó: "En materia de energía (...) y, progresivamente, a
abandonar la energía de origen nuclear". A esas declaraciones le
siguieron otras más del mismo estilo, ya como Presidente del
Gobierno, tanto en actos diversos (como el celebrado en La Moncloa
el 16 de febrero de 2005, para celebrar la entrada en vigor del
Protocolo de Kioto) como en otros en sede parlamentaria.
Así, en el Congreso de los Diputados, en diversos Debates sobre
el Estado de la Nación, el Presidente Zapatero contestó a las
preguntas sobre energía nuclear de los portavoces de otros grupos
parlamentarios de esta forma:
* Contestación del Presidente del Gobierno al portavoz de
CiU ((Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, 30 de mayo
de 2006): "En relación con la energía nuclear, (...). El Gobierno
va a tomarse el tiempo que estime conveniente, pero que en todo
caso será antes del fin de la legislatura, para establecer sus
compromisos en materia de energía nuclear, que están en el programa
electoral y que se señalaron en el debate de investidura".
"(...) porque he dicho que antes de que termine la legislatura
el Gobierno tendrá un plan para cumplir su compromiso electoral, si
las circunstancias así lo permiten".
* Contestación del Presidente del Gobierno al portavoz de
IV-IU-ICV (Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, 31 de
mayo de 2006): "Hoy reitero, como hice ayer, señor Herrera, mi
compromiso de cumplimiento electoral en el ámbito de la energía
nuclear, de su progresiva reducción. Reitero que, antes del final
de la legislatura, el Gobierno establecerá un compromiso concreto,
que por supuesto vamos a dialogar con su grupo".
El PSOE y el Gobierno no han cumplido esas promesas y por ello
Greenpeace y Ecologistas en Acción exigen al Gobierno que cumpla de
forma inmediata sus compromisos y pase de las palabras a los
hechos: "Durante la celebración de la victoria electoral en Ferraz,
cientos de personas en la calle gritaron a Zapatero: ¡no nos
falles! El Gobierno debe ahora dejar de echar balones fuera y
cumplir, de una vez por todas, sus promesas en materia de energía
nuclear. En todo caso, los grupos ecologistas nos encargaremos de
informar activamente a la ciudadanía si el Gobierno ha sido o no
coherente con lo que prometió".
Como demuestra el incremento del número de sucesos de seguridad
en las centrales nucleares españolas (un 69% más en el 2006 que en
el 2005, según datos oficiales), el parque nuclear español está
aquejado de serios problemas: múltiples problemas técnicos de
seguridad, debidos en gran parte al agotamiento de su vida útil
técnica, y, por otro lado, la progresiva degradación de la cultura
de seguridad de los operadores nucleares, más preocupados de
rebajar costes y maximizar beneficios que de priorizar la seguridad
de sus instalaciones atómicas.
En cuanto a Garoña, Ecologistas en Acción y Greenpeace reiteran
que, debido al peligroso funcionamiento y al evidente agotamiento
de la vida útil de esta central, es un error esperar hasta 2009
para proceder a su cierre definitivo, como parece haber decidido el
Gobierno. Es necesario cerrar esta central nuclear de forma
inmediata.