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Los ecologistas animan a los ciudadanos a movilizarse contra la central nuclear de Garoña (Burgos)

Greenpeace y Ecologistas en Acción exigen al Gobierno el cumplimiento de la promesa de cierre de la nuclear de Garoña

Comunicado de prensa - agosto 7, 2007
Greenpeace y Ecologistas en Acción han instado hoy, en rueda de prensa, a los ciudadanos a participar en la marcha por el cierre de Garoña del próximo sábado 11 de agosto. Para los ecologistas el Gobierno debe cumplir sin más demora su promesa de cerrar la central nuclear de Garoña, así como la de presentar, antes del fin de esta legislatura, un plan de cierre de las demás centrales nucleares.

Activistas de Greenpeace elevan un globo aerostático demandando el cierre de la central nuclear de Garoña.

El anuncio del cierre de Garoña fue realizado el 10 de enero de 2007 por la Vicepresidenta del Gobierno, Mª Teresa Fernández de la Vega. Por su parte, el Presidente Zapatero ha reiterado en diversas ocasiones, en sede parlamentaria, que el Gobierno cumplirá su compromiso de /"sustituir de forma gradual la energía nuclear por energías más limpias, más seguras y menos costosas"/.

El funcionamiento peligroso de la central nuclear de Garoña, debido al agotamiento de su vida útil y sus graves problemas de seguridad hacen deseable su cierre inmediato y definitivo. Hay que recordar que Garoña sufre problemas de agrietamiento múltiple por corrosión en diversos componentes de la vasija del reactor y graves fallos en su cultura de seguridad, además tiene un negativo impacto medioambiental, social y económico ya que devalúa los recursos agrícolas ganaderos y naturales de su entorno y sobre las actividades económicas asociadas a los mismos.

Además, su escasa aportación a la red eléctrica (menos del 1,4% del total) hace aún más fácil prescindir de esta obsoleta instalación, ya totalmente amortizada por la compañía propietaria (Nuclenor). Esta poco significativa contribución de Garoña a la red eléctrica está en la actualidad más que sobradamente compensada por la producción mediante fuentes de energía renovable. Así en 2006, sólo la energía eólica ya produjo 6 veces más electricidad que la central de Garoña, según datos oficiales de Red Eléctrica Española.

El cierre urgente de la central nuclear de Garoña es una demanda fuertemente reclamada por numerosos colectivos sociales, ecologistas, sindicales, vecinales, desde numerosas fuerzas políticas, así como desde las instituciones de Euskadi. Por ejemplo, el mes de febrero pasado, la Unión Sindical de Comisiones Obreras (CC.OO.) de Castilla y León, la Confederación Sindical de CC.OO de Euskadi y la Unión Regional de CC.OO de La Rioja, aprobaron una resolución conjunta pidiendo el cierre de la central nuclear de Garoña y un Plan de Desarrollo Económico y Social alternativo para la comarca.

Por todo ello, las asociaciones ecologistas animan a los ciudadanos a participar en la marcha por el cierre de la central nuclear de Garoña, que tendrá lugar el próximo sábado 11 de agosto a las 18 horas. La marcha comenzará en la localidad de Barcina del Barco, desde donde los participantes saldrán hacia las instalaciones de Nuclenor. La seguridad

de esta obsoleta instalación nuclear está seriamente degradada, por lo que su funcionamiento entraña un riesgo inaceptable para la salud pública y el medio ambiente.

La central nuclear de Garoña sufre un grave problema de agrietamiento por corrosión, que afecta a componentes internos de la vasija del reactor (la cual alberga el combustible de uranio, y es, el verdadero corazón de la central nuclear), motivo por el cual la seguridad de esta instalación se encuentra seriamente comprometida. De hecho, un informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), del 21 de mayo de 2003, realizado a petición de Greenpeace, pone de manifiesto que el estado de la vasija de Garoña ha empeorado de forma significativa, agravándose la pésima situación en que ya se encontraba.

Es necesario recordar que en noviembre de 2005 la central demostró una grave falta de cultura de seguridad, calificada por el mismo Consejo de Seguridad Nuclear de nivel 1, cuando se detectó con siete meses de retraso una anomalía que afecto gravemente al correcto funcionamiento de la instrumentación nuclear post-accidente.

El enorme potencial de las energías renovables en España y el amplio margen existente para mejorar la eficiencia energética, permiten el comienzo inmediato, con el cierre de Garoña, del programa de abandono progresivo pero urgente de la energía nuclear prometido por el Gobierno socialista y el Presidente Zapatero.

En ese sentido, Greenpeace demanda al Gobierno que se sume al liderazgo internacional de Alemania en materia de energías renovables y eficiencia energética y proceda urgentemente a cerrar las centrales nucleares, que son el gran obstáculo para el desarrollo a gran escala de las energías limpias. La energía nuclear no sólo no tiene cabida en un modelo energético sostenible, sino que además supone un freno en su rápida consecución.

A pesar de las falsedades difundidas por el lobby nuclear, la industria nuclear está en declive desde hace varías décadas, a causa de su fracaso económico, tecnológico y medioambiental. El año 2006 fue una nueva prueba de ello, reduciéndose el número de reactores en operación, en número de 5 en términos netos (se cerraron 8 centrales, incluyendo la de Zorita, y se abrieron sólo 3). Es un hecho demostrado y contrastable que la energía nuclear cada vez aporta menos al panorama energético mundial y cada vez está más fuera de juego en el mercado energético.