Comunicado de prensa - julio 16, 2008
Los dos activistas de Greenpeace Japón, arrestados e imputados por interceptar una caja con carne de ballena de contrabando han sido liberados bajo fianza, después de 26 días retenidos.
Junichi Sato, activista de Greenpeace, muestra carne de ballena obtenida ilegalmente de la flota "científica japonesa"
La pasada noche, tres jueces en Aomori, Japón, dictaron la
liberación de Junichi Sato y Toru Suzuki, después de un intento del
fiscal local de apelar la misma decisión que se hizo a primera hora
del día. Sólo el 10% de las peticiones de fianza son exitosas en
Japón. Los dos activistas se encontrarán hoy con sus familias. La
fecha del juicio todavía no se conoce.
"Es un alivio que nuestros dos activistas hayan sido finalmente
liberados. Aunque, la principal pregunta permanece sin responder:
¿por qué el Fiscal de Japón abandonó la investigación ante la
evidencia de contrabando de carne de ballena por la tripulación que
le fue presentada por Greenpeace?", declara Juan López de Uralde,
Director Ejecutivo de Greenpeace.
A principios de este año, tras la información facilitada por
varios informantes del operador ballenero Kydoto Senpaku,
Greenpeace siguió la operación de descarga de carne de ballena
escondida entre los efectos personales de la tripulación del buque
ballenero Nisshin Maru. Una de las cuatro cajas destinadas a una
misma dirección fue interceptada y su contenido inspeccionado. Esta
caja, contenía carne de ballena por un valor de 3.000 dólares
aunque en su etiquetado se leía "contiene cartón". La caja fue
mostrada en rueda de prensa el 15 de mayo y después fue entregada
al Fiscal del Distrito de Tokio, que repentinamente abandonó su
investigación el día 10 de junio cuando los dos activistas fueron
arrestados.
"Pedimos al Gobierno que retome su investigación sobre la
corrupción de la flota ballenera", declara Uralde. "Lo que
Greenpeace ha descubierto expone claramente el gran escándalo
japonés a costa del dinero público y una provocación clara a la
normativa internacional relacionada con la supuesta "caza
científica de ballenas".
Desde que los dos activistas fueron arrestados, ha habido un
creciente clamor sobre su detención. Más de 30 organizaciones no
gubernamentales han firmado una declaración de preocupación.
El lunes, Amnistia Internacional mandó una carta muy dura al Primer Ministro de Japón
demandando la liberación de Junichi y Toru. Casi medio millón de
personas han mandado un mensaje al Gobierno japonés pidiendo la
liberación de los detenidos y demandando que se retome la
investigación sobre el escándalo de contrabando de ballena, seguida
de 35 protestas frente a las embajadas y consulados de Japón en 31
países.