Comunicado de prensa - abril 21, 2005
Las principales organizaciones ecologistas (como Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, SEO/Birdlife o WWF/Adena), del ámbito de la cooperación al desarrollo o humanitarias (como Intermón Oxfam o Entrepueblos), organizaciones y sindicatos agrarios (como Plataforma Rural, UPA, o EHNE), sindicatos (CCOO, UGT o ELA/STV), pacifistas ( como la Escuela de Cultura de Paz o Fundaciò per la Pau), asociaciones profesionales (como el Sindicato de Periodistas de Madrid), ateneos culturales y otras, hasta un total de cerca de 40 organizaciones, han expresado su preocupación por la situación a los que se enfrentan los cinco activistas.
El Rainbow Warrior testigo de los preparativos de la guerra
Estas organizaciones consideran desproporcionadas las penas (un
total de 12 años de prisión) solicitadas por el Ministerio Fiscal
para los miembros de Greenpeace que protestaron pacíficamente
contra la guerra de Irak el 14 de marzo de 2003.
Por otro lado, más de 30.000 personas se han solidarizado con
Greenpeace y son cerca de 20.000 las que se han autoinculpado bajo
el lema "Yo también me manifesté contra la guerra de Irak, yo
también quiero ir a la cárcel con Greenpeace".La campaña de
recogida de apoyos de Greenpeace sigue en marcha y es posible
acceder a ella a través de su página web www.greenpeace.es.
El Director Ejecutivo de Greenpeace, Juan López de Uralde, ha
expresado su agradecimiento por las impresionantes muestras de
apoyo recibidas. "Estoy convencido de que una condena a quienes no
hicieron otra cosa que ejercer su derecho a protestar pacíficamente
contra la guerra sería un gravísimo precedente para todas las
organizaciones sociales. En cualquier caso, Greenpeace continuará
realizando acciones pacíficas de protesta para defender el medio
ambiente y la paz y asumiendo las consecuencias. Pero está claro
que en esta ocasión las acusaciones y las penas que solicita el
Ministerio fiscal son absolutamente desproporcionadas y así lo
están entendiendo también las decenas de miles de personas que nos
están expresando su apoyo", declaró López de Uralde.
En rueda de prensa, Greenpeace recordó otras situaciones, en el
contexto de los meses previos a la guerra de Irak, en las que se
intentó dificultar cuando no impedir el trabajo de la organización,
como la persecución sufrida por Greenpeace en Estados Unidos.
Además citó acciones similares de protesta contra la guerra
realizadas por Greenpeace en aquéllos meses en otros países (Reino
Unido o Bélgica, por ejemplo) por las que los activistas no han
tenido que enfrentarse a consecuencias penales, lo que subraya la
desproporción en el caso del juicio que tendrá lugar en Cádiz.
La acción de protesta durante la que fueron detenidos los
activistas se produjo en el marco de las masivas movilizaciones
ciudadanas que se desarrollaron en todo el mundo contra la guerra
de Irak y tuvo lugar a bordo del Rainbow Warrior el 14 de marzo de
2003 frente a la bocana de la base militar de Rota (Cádiz), donde
en esos momentos tenían lugar intensos preparativos de cara a la
inminente invasión de Irak. La protesta, que fue pacífica como
todas las que realiza Grenpeace, terminó con el abordaje del barco
por parte de la Guardia Civil, que detuvo al Capitán y a cuatro
activistas más.
El Ministerio Fiscal solicita cuatro años de prisión para el
Capitán del Rainbow Warrior, Daniel Rizzotti (argentino) por
delitos de desobediencia, resistencia grave y lesiones; para Carlos
Bravo y Phillip Walter Lloyd (neozelandés) pide tres años de
prisión para cada uno por delitos de resistencia grave y lesiones;
y para los activistas Lawrence Martin Turk (estadounidense) y Mª
Teresa Ambrós (española), nueve meses de prisión para cada uno por
delitos de desobediencia. En total, doce años. La vista oral tendrá
lugar en Cádiz el próximo 10 de mayo.