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Las organizaciones ecologistas alertan del riesgo de catástrofe ambiental en la minas de las cruces

25 de abril. Décimo aniversario de la catástrofe anunciada de Aznalcóllar

Comunicado de prensa - abril 24, 2008
Convocan a una ruta informativa por las Minas de las Cruces y el Guadiamar para denunciar la situación de abandono y peligro que vive la zona. Amigos de la Tierra, Greenpeace, SEO/BirdLife, WWF/ADENA, Ecologistas en Acción, y la asociación ADECUNA han recordado el accidente de Aznalcóllar, ocurrido el 25 de abril de 1998, y denunciado que esta catástrofe podía haberse evitado.

El Parque Nacional de Doñana sufrió el 25 de abril de 1998 el desastre ecológico más importante de su historia. La rotura de una presa en las minas de Aznalcóllar (Sevilla) provocó el vertido de 5 millones de metros cúbicos de residuos tóxicos sobre el entorno del parque.

El Parque Nacional de Doñana sufrió el 25 de abril de 1998 el desastre ecológico más importante de su historia. La rotura de una presa en las minas de Aznalcóllar (Sevilla) provocó el vertido de 5 millones de metros cúbicos de residuos tóxicos sobre el entorno del parque.

El Parque Nacional de Doñana sufrió el 25 de abril de 1998 el desastre ecológico más importante de su historia. La rotura de una presa en las minas de Aznalcóllar (Sevilla) provocó el vertido de 5 millones de metros cúbicos de residuos tóxicos sobre el entorno del parque.

El Parque Nacional de Doñana sufrió el 25 de abril de 1998 el desastre ecológico más importante de su historia. La rotura de una presa en las minas de Aznalcóllar (Sevilla) provocó el vertido de 5 millones de metros cúbicos de residuos tóxicos sobre el entorno del parque.

El Parque Nacional de Doñana sufrió el 25 de abril de 1998 el desastre ecológico más importante de su historia. La rotura de una presa en las minas de Aznalcóllar (Sevilla) provocó el vertido de 5 millones de metros cúbicos de residuos tóxicos sobre el entorno del parque.

El Parque Nacional de Doñana sufrió el 25 de abril de 1998 el desastre ecológico más importante de su historia. La rotura de una presa en las minas de Aznalcóllar (Sevilla) provocó el vertido de 5 millones de metros cúbicos de residuos tóxicos sobre el entorno del parque.

Además, las organizaciones ecologistas han alertado del peligro que actualmente existe en la zona por los vertidos tóxicos de la Minas de las Cruces.

Bajo el lema "1998 minas de Aznalcóllar = mina de las cruces 2008. No más vertidos tóxicos", los coordinadores de las cinco grandes organizaciones estatales y de la asociación local han unido sus voces para denunciar la situación de degradación del Corredor Verde del Guadiamar, cinco años después de su inauguración. Además, han lamentado la situación actual de la balsa que reventó, los lodos y residuos que se almacenan en las cortas de Aznalcóllar y Los Frailes y han alertado de los peligros de contaminación del acuífero Niebla-Posadas, y las filtraciones contaminantes hacia el arroyo de los Frailes. Asimismo, han mostrado su oposición al proyecto minero de Las Cruces, en Gerena, por los riesgos de contaminación del acuífero Niebla-Posadas y por el vertido tóxico de metales pesados al Guadalquivir.  

Como soluciones viables, han propuesto la ampliación y conservación del Corredor Verde del Guadiamar, la restauración ambiental del recinto minero de Aznalcóllar y la prohibición de vertidos tóxicos de la Mina de las Cruces.

Las agrupaciones ecologistas han criticado que las administraciones públicas sólo incidan en estas fechas en las acciones de recuperación que han acometido del Guadiamar, y que olviden el  el carácter de catástrofe anunciada, y se obvie la situación de la instalación minera, así como del Guadiamar.

En el acto han estado presentes Jaime Machicado de Amigos de la Tierra; Mario Rodríguez, de Greenpeace; Alejandro Sánchez, por parte de la SEO/BirdLife; Juan Carlos del Olmo, de WWF/ADENA; Theo Oberhuber, de Ecologistas en Acción; y por parte de la asociación Adecuna de Aznalcóllar, Juan Antonio Figueras.

1998. La catástrofe anunciada

Los ecologistas recordaron que el vertido tóxico de Aznalcóllar fue una catástrofe anunciada que pudo evitarse si hubieran funcionado correctamente los mecanismos básicos de prevención y control ambiental de las administraciones competentes. La catástrofe fue repetidamente anunciada desde diciembre de 1995 hasta el mismo año 1998. Sin embargo, los responsables políticos no hicieron nada ante las denuncias de un antiguo técnico del complejo minero y de las asociaciones ecologistas.

En la madrugada del 25 de abril de 1998, la balsa de las minas de Aznalcóllar, propiedad de la empresa Boliden Apirsa, vertía 5,5 millones de m3 de lodos tóxicos y unos 1,9 millones de m3 de aguas ácidas, con graves consecuencias para los ecosistemas de los ríos Agrio y Guadiamar, y contaminó las marismas del Parque Nacional de Doñana y el Estuario del Guadalquivir. El lodo aniquiló más de 4.600 hectáreas de cultivo y paralizó la actividad minera con una regulación de empleo que afectó a más de 500 trabajadores de la mina.

Desde ese momento, se iniciaron dos proyectos de restauración ambiental en el Guadiamar y las marismas de Doñana, el Corredor Verde y Doñana 2005, con una inversión pública de más de 300 millones de euros.

 Diez años después, se debe considerar que los resultados de ambos proyectos han sido mejores de lo que se esperaba, teniendo en cuenta la magnitud del desastre ecológico, social y económico al que se enfrentó Doñana, pero lamentablemente todos los costes provocados por la catástrofe han sido asumidos con dinero público, mientras que la empresa directamente responsable de la catástrofe, Boliden, se llevó los beneficios y las subvenciones y no cumplió con ninguna de sus responsabilidades ambientales ni sociales. 

2008. ¿Una lección aprendida?

Las organizaciones firmantes constatan que las inversiones y la recuperación ambiental llevada a cabo en estos últimos diez años están actualmente amenazadas por diversos peligros, algunos como los vertidos de la Mina de las Cruces pueden llegar a ser tan graves como la catástrofe de las minas de Aznalcóllar.

Son cuatro las amenazas principales apuntadas sobre la cuenca del Guadiamar y las marismas de Doñana: los proyectos urbanísticos que amenazan la función como corredor ecológico del río Guadiamar; la cesión de aguas del embalse del Agrio para actividades agrícolas e industriales, que convertiría al Guadiamar en un canal de riego para abastecer campos de cultivo; la falta de restauración del área minera de Aznalcóllar que sigue siendo una fuente de contaminación por metales pesados, debido a la existencia de filtraciones; y el proyecto minero de Las Cruces, que verterá metales pesados al río Guadalquivir, creando un riesgo innecesario y evitable, puesto que existe la posibilidad técnica de depurar y reutilizar el 100% de esos vertidos dentro del proceso industrial, implementando un sistema de VERTIDO CERO. 

Por otra parte, la escasa vigilancia que existe en el Corredor Verde ha propiciado que se den actividades prohibidas en este entorno, degradando el medio natural y los equipamientos de uso público: tránsitos prohibidos de quads, motos y todoterrenos, caza y pesca ilegal, hogueras y barbacoas en puntos no autorizados, actos vandálicos contra los equipamientos públicos, etc.

La falta de compromiso a largo plazo con la recuperación total del río Guadiamar y su cuenca hidrológica ha frenado la ampliación del Corredor Verde hacia el norte, con lo que no se ha llegado a conectar realmente Sierra Morena y Doñana a través del mismo. Finalizar el Corredor Verde implicaría un trabajo especialmente intenso en la zona de Aznalcóllar para restaurar la zona minera y eliminar los impactos ambientales del Guadiamar al norte de este municipio.

Sábado 26 de abril de 2008: ruta desde las Cruces a Guadiamar

Para el 26 de abril, las agrupaciones ecologistas han convocado una ruta desde la Mina de Las Cruces hasta el Corredor Verde del Guadiamar para enseñar en terreno cuál es la situación de la zona. En la entrada principal de la Mina de las Cruces se realizará un acto de protesta y la lectura de un manifiesto. La visita finalizará con una comida ecológica.