Comunicado de prensa - abril 1, 2004
Para Greenpeace el informe presentado hoy por la consultora PWC es sesgado y está destinado a defender los intereses a corto plazo del sector más contaminante de la industria española. El informe de PWC coincide con los planteamientos defendidos por la CEOE y Endesa y tiene como único objetivo amedrentar al Gobierno para que subvencione a los contaminadores.
Campaña de Greenpeace para proteger el clima
"Se están lanzando mensajes engañosos que perjudican a la
industria al hacerles albergar falsas esperanzas de no tener que
reducir sus emisiones" -ha declarado José Luis García Ortega,
representante de Greenpeace en el Consejo Nacional del Clima- "La
única realidad es que las empresas españolas deben hacer frente,
como las demás de Europa, a las reducciones de emisiones a que
obliga la Directiva, y el que no lo haga tendrá que pagar comprando
derechos de emisión".
El representante de Greenpeace, que ha asistido esta mañana a la
presentación en Madrid del informe de PWC, se ha mostrado
sorprendido por la incapacidad de la consultora de responder a la
cuestión de las hipotéticas posibilidades de cambiar la obligación
de reducción de emisiones acordada en la UE. Aunque PWC no lo sepa,
el Protocolo de Kioto, incluida todas sus herramientas y el
objetivo de que España no aumente sus emisiones de 1990 en más del
15%, son un compromiso legal ineludible que es ley en toda la UE. Y
las leyes están para cumplirse.
De las alternativas para cumplir Kioto planteadas en el informe
presentado hoy, a juicio de Greenpeace no es posible recurrir a
rebajar el umbral ni el horizonte temporal del compromiso, no es
útil ni deseable rebajar la factura a través de los mecanismos
flexibles, y la única opción válida es incrementar el esfuerzo y la
inversión en la reducción interna de emisiones.
Greenpeace se ha mostrado dispuesto a trabajar junto al nuevo
Gobierno y a los sectores más emprendedores del empresariado
español para diseñar una estrategia y un Plan de Asignación que
garantice el cumplimiento de Kioto al mínimo coste para el conjunto
de la sociedad.
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