Comunicado de prensa - agosto 24, 2006
En el segundo día de hostilidades, en el que la flota industrial atunera francesa ha bloqueado y abordado el Rainbow Warrior en el puerto de Marsella, el barco de la organización ecologista ha sido finalmente remolcado fuera de las aguas territoriales francesas por orden de la Prefectura Marítima (Policía marítima).
El Rainbow Warrior, buque insignia de Greenpeace, no ha podido entrar en el puerto de Marsella debido a que la autoridad portuaria ha rebocado el permiso de atraque que previamente le había concedido. Más de 20 embarcaciones industriales atuneras han bloqueado la entrada a puerto al Rainbow Warrior.
13 barcos atuneros franceses han rodeado y abordado al Rainbow Warrior anclado fuera de Marsella.
Con la autoridad marítima mirando, los pescadores han procedido a atar sus embarcaciones al RW con cuerdas de amarre. El buque insignia de Greenpeace, Rainbow Warrior, no ha podido entrar en el puerto de Marsella debido a que la autoridad portuaria ha rebocado el permiso de atraque que previamente le había concedido.
Greenpeace pide el establecimiento de una Red de Reservas Marinas que cubra el 40% del mar Mediterráneo para proteger su salud y productividad.
A primera hora de esta mañana el Rainbow Warrior lanzó una
llamada de auxilio tras ser abordado por tripulantes de los barcos
atuneros que ataron sus embarcaciones al buque insignia ecologista
mientras más de una decena de barcos lo rodeaban, bloqueando
virtualmente cualquier tipo de acceso.
La Prefectura Marítima ha enviado un remolcador, el Abielle
Flanders y realizado la siguiente declaración: "Confirmamos que
hemos decidido que el Rainbow Warrior sea remolcado tan pronto como
sea posible por el ETV Abeille Flanders, desde su punto de atraque
en Marsella. Esta operación será financiada por las autoridades
francesas".
"Greenpeace ha aceptado esta decisión para aliviar la tensión existente dado que somos una organización pacifista, a pesar de no estar obligados a hacerlo ya que no hemos quebrantado ninguna ley"
ha declarado Mike
Finchen, capitán del Rainbow Warrior.
"Los pescadores de atún están fuera de control en alta mar y ahora también en puerto"
ha declarado Sebastián Losada, responsable de la campaña de Océanos
de Greenpeace España a bordo del Rainbow Warrior. "La flota pesquera industrial de atún que ha bloqueado nuestro barco necesita asumir su parte de responsabilidad sobre el estado del atún rojo en el Mediterráneo. Deberían ser los primeros interesados en apoyar nuestra llamada al establecimiento de una red de reservas marinas para conseguir un Mediterráneo sostenible, saludable y productivo. Nuestra propuesta persigue los intereses a largo plazo del medio ambiente y de todas las comunidades pesqueras, tanto en Francia como en el resto del Mediterráneo"
concluyó Losada.
La expedición de Greenpeace En Defensa de Nuestros
Océanos muestra las maravillas y las mayores amenazas a la
biodiversidad en los océanos del Planeta y reclama el
establecimiento de una red global de reservas marinas que cubra el
40% de los océanos y mares.