Comunicado de prensa - marzo 11, 2009
Pese a las demandas de los cientos de activistas de Greenpeace desplazados ayer a Bruselas, la reunión de los ministros de Economía de la Unión Europea terminó sin un acuerdo sobre los fondos públicos que los países europeos deben destinar a la lucha contra el cambio climático en los países en desarrollo.
Trescientos activistas de Greenpeace, procedentes de toda Europa, han bloqueado esta mañana en Bruselas las salidas del edificio donde se reúnen los ministros de Economía. Están discutiendo la financiación a los países en desarrollo para combatir el cambio climático.
Los ministros reconocieron la necesidad de que los países en
desarrollo cuenten con el apoyo económico de los estados más ricos,
incluyendo la UE, y emplazaron a los líderes europeos a discutir
esta cuestión en su reunión de la próxima semana. Sin embargo,
evitaron referirse a cifras concretas con las que la UE debería
contribuir al desarrollo sostenible de los países más pobres.
En lugar de comprometer fondos públicos, los ministros
resaltaron la importancia de las inversiones privadas sin tener en
cuenta que son altamente imprevisibles e incontrolables, por lo que
no pueden ser la herramienta principal para salvar el clima.
"Para asegurar un acuerdo climático global efectivo, la UE y el
resto de países ricos deben empezar a reconocer su responsabilidad
en esta crisis y, en virtud de la misma, comprometer fondos
públicos suficientes en apoyo a los países menos desarrollados. Los
líderes europeos deben abordar esta cuestión como no han sabido
hacerlo los ministros de economía y aportar cifras concretas para
salvar el clima", ha declarado Aida Vila, responsable de la campaña
de cambio climático de Greenpeace.
Durante la reunión mantenida ayer, más de 300 activistas de una
veintena de países se encadenaron a las puertas principales y a las
verjas del Consejo de la UE para bloquear los diferentes accesos al
edificio. Con esta protesta pacífica Greenpeace recordó a los
ministros la necesidad de rescatar el clima.
Los activistas de la organización fueron detenidos por la
policía belga y cinco de ellos sufrieron heridas de diferente
consideración como resultado de la intervención policial. Pese a
todo, hacia media tarde, todos ellos fueron liberados sin
cargos.