La explotación forestal de los bosques boreales de Canadá está agravando el calentamiento global a través de la emisión de gases de efecto invernadero.
Esta situación está haciendo que también los bosques sean más
susceptibles a los impactos de calentamiento global como los
incendios forestales y el ataque de plagas, que también acaban
siendo fuentes emisoras de gases de efecto invernadero.
El informe advierte que si este ciclo vicioso no se controla,
podría culminar en un repentino y masivo estallido de gases de
efecto invernadero, que podríamos llamar "bomba climática".
Los bosques de Canadá almacenan 186 millones de toneladas de
carbón, lo que equivale a 27 veces la emisión mundial de
combustibles fósiles del mundo. La destrucción de los bosques o la
quema de las turberas podría liberar más carbono, causando una
subida desastrosa en las emisiones globales.
El informe se ha realizado a partir de la información científica
de la pasada década. Y concluye que las áreas de bosque primario
boreal deberían ser zonas donde no se permitiera la tala ni otras
actividades industriales, especialmente en las regiones del sureste
por su riqueza biológica.
"La mejor contribución de Canadá en la lucha contra el cambio
climático es la protección de lo que queda de los bosques boreales"
ha señalado Christy Ferguson, responsable de la campaña de bosques
de Greenpeace en Canadá.
Sin embargo, si la explotación forestal continúa fragmentando el
bosque, se liberará CO2, los impactos del calentamiento global
serán más intensos, y el clima se verá gravemente afectado.
Elizabeth Nelson, investigadora de la Universidad de Toronto y
coautora de este informe, advierte que la explotación forestal está
causando emisiones de gases de efecto invernadero una vez que los
árboles han sido retirados. "Alrededor de dos terceras partes del
carbono almacenado en los bosques boreales se encuentra en los
suelos. Cuando la cobertura forestal desaparece, el suelo se
descompone, liberando dióxido de carbono a la atmósfera durante los
siguientes meses, años e incluso décadas", añade la
investigadora.
Una de las conclusiones del informe es que los bosques primarios
boreales resisten y se recuperan de fuegos, ataques de plagas y
otros impactos mejor que las áreas fragmentadas. Estos bosques
intactos ofrecen a los árboles, plantas y vida salvaje, mejores
oportunidades para la adaptación y supervivencia ante el problema
del cambio climático.
"Ya sabíamos que la explotación forestal en Canadá ponía en
peligro a especies como el caribú. Ahora hemos descubierto también
que esta actividad colabora con el cambio climático" ha afirmado
Jau Malcolm, profesor de la Universidad de Toronto de la Facultad
Forestal que revisó el informe. "Los bosques primarios son
esenciales para mantener la salud del ecosistema en el cambio
climático".
Otros hechos claves del informe:
- La explotación forestal de los bosques boreales de Canadá
provoca, aproximadamente, la liberación de 36 millones de toneladas
de carbono al año, más que el que emite anualmente el sector de
transporte de pasajeros
- Los incendios forestales en el área boreal de Norte América se
duplicaron entre 1970 y 1990. Como los incendios son mayores,
frecuentes e intensos, más y más CO2 se emite en la atmósfera.
- La tala acelera el deshielo del permafrost (capa helada del
suelo). Cuando esta capa helada se derrite, se emite CO2 y metano
(un gas de efecto invernadero 21 veces más potente que el dióxido
de carbono), a la atmósfera. Sin embargo, la cobertura forestal
retrasa la fusión del permafrost en décadas e incluso siglos.
Notas:
El informe completo en inglés está disponible en www.greenpeace.ca/turninguptheheat.
El resumen ejecutivo en castellano del informe está disponible
en:
http://www.greenpeace.org/espana/reports/sube-la-temperatura
Más información sobre la campaña.
http://www.greenpeace.org/espana/bosques/