Toma de muestras en la estación ST1 en las balsas de Fofoyesos. Expertos del laboratorio francés CRIIRAD especializado en investigación y medición de la radiactividad han confirmado la gravedad del problema radiactivo generado por la empresa Fertiberia en las Marismas de Huelva, a causa de sus vertidos de fosfoyesos radiactivos (más de 120 millones de toneladas en unas 1.200 hectáreas de marismas).
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Según recoge este informe del CSN, EGMASA presuntamente ocultó datos al propio
CSN desde 2003 sobre la existencia de escapes de cesio-137 al medio
ambiente procedente de diversos puntos de ese vertedero radiactivo:
"(…) resultados de agua superficial y sondeos de los meses de
noviembre y diciembre de 2003, que no habían sido remitidos al CSN
y que en el caso de aguas superficiales de los puntos 6, 7 y 8
corresponden precisamente a los valores de concentración de
[radio]actividad de cesio-137 más altos obtenidos a lo largo del
programa",
El informe del CSN confirma plenamente tanto la
existencia del escape de cesio-137 radiactivo a un afluente del río
Tinto descubierto por Greenpeace el pasado 18 de octubre como los
elevados niveles de radiactividad de cesio-137 presentes en las
muestras de agua y lodos contaminados de ese vertido que Greenpeace
encargó analizar al laboratorio independiente francés CRIIRAD.
Los resultados del CRIIRAD confirmaron las peores sospechas de
Greenpeace: los niveles de cesio-137 son muy altos (hasta 3.200
Bequerelios/Kg seco; en la Naturaleza el nivel debería ser de cero,
ya que el cesio-137 es un isótopo totalmente artificial). El CSN ha
detectado niveles de hasta 2.200 Bequerelios/Kg seco. Estos datos
son especialmente preocupantes, dado el peligroso comportamiento
biológico de este radionúclido: el cesio-137 presenta la
característica de comportarse como el potasio en el organismo, por
ello su peligrosidad es muy elevada al incorporase al organismo y
determinar una irradiación interna persistente. (ver NOTA al final
del comunicado).
Así mismo, el CSN explica en su informe que "En la inspección
de 2005, los representantes de EGMASA informaron, por primera vez,
de que no se había realizado el recubrimiento total de los
inertizados, ya que la capa de arcilla se apoya en materiales de
regularización topográfica y no está anclada en zanjas perimetrales
alrededor de los materiales contaminados, como preveía la
alternativa [seleccionada]".
El CSN sostiene en este informe, entre otras, conclusiones de la gravedad de estas:
- • "las acciones de remedio no han sido efectivas para
conseguir el confinamiento de los productos inertizados
contaminados con cesio-137, puesto ya de manifiesto con los
resultados anteriores", El CSN reconoce ahora que esto ya se sabía
desde 2003, tras la evaluación de los resultados de los 12 primeros
meses del programa de actuación.
- • "los resultados del programa de vigilancia parecen indicar
que la capa de arcilla no está resultando una barrera eficaz para
aislar los materiales contaminados, al no impedir la migración del
cesio a través del terreno (…)".• Se producen flujos inesperados
de agua que entran en contacto con el material contaminado por
cesio-137. "Estos flujos en forma de regueros y rezumes afloran en
el estero [río] y registran las concentraciones [de cesio-137] más
altas medidas en la zona. No se descartan otros puntos en los que
haya quedado acumulada concentración residual fuera de los Frentes
3 y 4, que puedan contribuir también a esas altas
concentraciones".• "El actual Programa de Vigilancia no detecta
las máximas concentraciones [de cesio-137] presentes en las aguas
subterráneas y superficiales. Los sondeos actuales, que deberían
detectar los mayores valores de [radio]actividad en las aguas, no
han registrado las concentraciones que se han medido durante la
inspección de 2007 en las aguas hipodérmicas que circulan sobre los
yesos y materiales de regularización, descargando en el estero en
formas de rezumes".
"Este informe deja en evidencia la irresponsabilidad de EGMASA y
la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en la
gestión de este grave problema radiactivo. La solución adoptada por
el CSN y la Junta de Andalucía ha demostrado ser un rotundo y
notorio fracaso", ha declarado Carlos Bravo, responsable de la
campaña de energía nuclear de Greenpeace.
Greenpeace exige nuevamente a la Junta de Andalucía y el Consejo
de Seguridad Nuclear la urgente retirada del material contaminado
por cesio-137 y su traslado inmediato al cementerio nuclear de El
Cabril.
"También queda ahora en evidencia la palabrería barata y la mala
fe de individuos como Luciano Gómez, Secretario General de FIA-UGT
Huelva, y la falsedad de sus malintencionados y deshonestos ataques
a Greenpeace de las últimas semanas en relación a los vertidos de
cesio-137 al medio ambiente procedentes del CRI-9", afirmó Carlos
Bravo. "En ese sentido, el informe del CSN tiene la virtud de poner
a cada uno en su sitio. Como dice el refrán: antes se coge a un
mentiroso que a un cojo", añadió Bravo.
Tras el vertido de material contaminado radiactivamente por
cesio-137 en el CRI-9, la Dirección General de Política Energética
y Minas (DGPEM) del Ministerio de Economía, previo informe del CSN
de 3 de noviembre de 2000, emitió una resolución el 15 de enero de
2001 requiriendo a EGMASA que estableciese los medios necesarios
para garantizar de forma efectiva el confinamiento de esos residuos
radiactivos y su aislamiento del medio ambiente, y la necesidad de
realizar un Plan de Vigilancia de la contaminación radiactiva a
largo plazo.
Las obras de acondicionamiento realizadas por EGMASA
consistieron en extender, cumpliendo una serie de requisitos, una
capa de arcilla sobre las zonas donde se habían vertido los
materiales contaminados por cesio-137, que supuestamente permitiría
lograr un doble efecto de disminución de la permeabilidad y de
retardo de la migración del cesio-137 al medio ambiente.
A finales de 2001 concluyeron las obras de acondicionamiento y
se inició el Plan de Vigilancia mediante la realización de
controles de radiactividad de la zona, vigilancia de las aguas
subterráneas y un programa de medidas y análisis de muestras de
agua, sedimentos y organismos indicadores.
NOTAS
El cesio-137 es un radionúclido de origen artificial, no está
presente de forma natural en el medio ambiente. El cesio-137
origina dos tipos de radiación: beta y gamma. La vida media
radiactiva de este radionúclido es 30,2 años. La magnitud de la
energía emitida debe considerarse elevada y por ello alto su riesgo
biológico.
Desde el punto de vista biológico el cesio-137 presenta la
característica de comportarse como el potasio en el organismo. Por
ello su peligrosidad es muy elevada al incorporase al organismo y
determinar una irradiación interna persistente. Si bien se
distribuye de forma bastante homogénea por todo el organismo, las
concentraciones de cesio-137 en músculo y hueso son más elevadas
que en otros tejidos, al igual que ocurre con el potasio.
La vida biológica media del cesio-137 en el organismo se sitúa
alrededor de los 70 días (ello indica que no alcanza el estado de
equilibrio hasta al cabo de un año -5 vidas biológicas medias-, es
decir que durante ese tiempo va acumulándose en el organismo hasta
que lo ingresado es igual a lo excretado). De ello deriva que la
irradiación interna es considerable. Como consecuencia, es causa
generadora -o incrementa el riesgo- de neoplasias que se
manifiestan entre lo 10 y 30 años después de la exposición. Se ha
descrito un incremento de sarcomas como consecuencia de esta
irradiación, aunque puede aumentar el riesgo de carcinogénesis en
numerosos tejidos.
Es importante considerar que la exposición humana al cesio-137
se produce vía inhalatoria y, mucho más frecuente, por ingestión de
alimentos. Por la característica mencionada de comportarse como el
potasio, este radionúclido se incorpora a las cadenas tróficas
vegetales y animales, magnificándose en muchos casos sus
concentraciones en los tejidos a medida que se asciende en las
cadenas tróficas, alcanzando así a los humanos. En el caso de
Huelva el punto clave de exposición humana habría que buscarlo en
el pescado de la zona, pues a partir de las marismas tiene que
alcanzar el mar en un momento u otro, ya sea directamente ya a
través de organismos de la zona.