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La dirección de Cofrentes oculta la mala gestión de la Central Nuclear

El incumplimiento de algunas de las recomendaciones de la WANO supone evidenciar la falta de cultura de seguridad en una central nuclear

Comunicado de prensa - febrero 22, 2006
La dirección de la central nuclear de Cofrentes ha salido al paso de la difusión, el martes 21 de febrero, en rueda de prensa por parte de Acció Ecologista-Agrò, Ecologistas en Acción, Greenpeace y el diputado de EU-Verts, Carles Arnal, del informe de Iberdrola que contiene las 36 fichas de autoevaluación elaboradas por esta compañía en marzo de 2004.

imagen área de la central nuclear de Cofrentes, en Valencia

Se trata de unas recomendaciones hechas por 20 técnicos de WANO (Organización Mundial de Operadores de Centrales Nucleares) de varios países,    en noviembre de 2003, tras una inspección voluntaria a la que se sometió Cofrentes. Tras reconocer la existencia del documento, que Iberdrola había ocultado al Parlament y a la opinión pública, los responsables de Cofrentes tratan ahora de restar importancia a las 36 recomendaciones, negando que tuvieran que ver con cuestiones de seguridad de la planta nuclear o, por otro lado, diciendo que se han subsanado la mayoría de las deficiencias observadas por los técnicos de WANO.

En primer lugar, las organizaciones manifiestan que la valoración que hace la dirección de la central nuclear de Cofrentes de las recomendaciones de WANO no son reales (dice Cofrentes que están "fuera de contexto y son exageradas"), pues contradicen el espíritu y el propio texto de las recomendaciones. Tras la siguiente recomendación de WANO, "Prácticas inadecuadas para exclusión del material y control de configuración en la contención primaria, están desafiando los márgenes de seguridad relacionados con la capacidad de los sistemas de refrigeración de emergencia para tomar agua de la piscina de supresión", la dirección de Cofrentes respondió que en realidad se trataba de "un plástico despegado que tapaba una tubería". Evidentemente deben ser otras las causas, mucho más graves y serias, las que motivaron a WANO a hacer esa recomendación.

Pero lo más grave de las respuestas de la dirección de la C.N. de Cofrentes es admitir que todavía no se han solucionado las deficiencias detectadas por los técnicos de WANO en 2003 y que Iberdrola se había comprometido a solucionar en junio de 2005. Algunas de esas deficiencias estaban relacionadas con importantes sistemas de seguridad de una central nuclear: sistemas de lucha contra incendios, acceso a la Sala de Control, configuraciones fuera de las bases de diseño, desafíos a la planta en el mantenimiento, aumento de las dosis recibidas por los trabajadores en el mantenimiento, desafío a los márgenes de seguridad en los sistemas de refrigeración de emergencia, tardanza en los análisis de sucesos o incidentes, deficiencias en la formación del personal, etc.

La existencia de una de esas insuficiencias detectadas por los técnicos de WANO supone admitir que Cofrentes está siendo operada de forma irresponsable por Iberdrola. Por ello, las organizaciones se reafirman en la exigencia de una parada cautelar de Cofrentes para que esa instalación sea sometida a una inspección seria y rigurosa que despeje cualquier duda sobre su seguridad.

Greenpeace, Acció Ecologista-Agrò y Ecologistas en Acción exigen un papel más activo para el Gobierno de Zapatero y el Consejo de Seguridad Nuclear, que han mostrado una pasividad preocupante en este tema.

En primer lugar, el Gobierno no exigió a Iberdrola el documento original de WANO de noviembre de 2003, justificando que esa evaluación era un ejercicio voluntario y que estaba fuera de la documentación oficial que regula la autorización de funcionamiento. El CSN tampoco es efectivo cuando se detectan graves insuficiencias de funcionamiento que sus inspectores no detectaron. ¿Cómo es posible que técnicos extranjeros revelen en pocas semanas graves insuficiencias que el CSN no ha mostrado en los 22 años de funcionamiento de la central nuclear de Cofrentes?

Dada la ineficacia del CSN, Greenpeace, Ecologistas en Acción y Acció Ecologista-Agrò exigen una reforma en profundidad del CSN para que este deje de ser un organismo supeditado a los intereses de la industria nuclear y de las compañías eléctricas con centrales nucleares, y para que funcione con transparencia informativa y con participación del público en materia nuclear.