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La Comisión Europea abre una investigación sobre la contaminación química y radiactiva de Huelva

Tras la denuncia de Greenpeace, Bruselas admite a trámite la petición y estudia la declaración de las balsas de fosfoyesos como instalación radiactiva

Comunicado de prensa - noviembre 23, 2007
El Comité de Peticiones del Parlamento Europeo ha confirmado a Greenpeace que ha admitido a trámite su denuncia sobre la problemática ambiental de las marismas de Huelva y que ha instado a la Unión Europea a investigar la violación de cuatro Directivas por los vertidos de fosfoyesos que afectan a la ciudad de Huelva y que están poniendo en serio peligro a la salud de los onubenses y al medio ambiente.

Miembros de la organización no gubernamental Greenpeace acompañados por el europarlamentario del Comité de Peticiones, David Hammerstein realizan mediciones de niveles de radioactividad en las balsas de Fosfoyesos vertidos pertenecientes a Fertiberia y Foret junto a la marisma del rio tinto, en Huelva. Las mediciones realizados superan 27 veces la máxima anual permitida por la legislación vigente para todo el mundo.

En un reciente escrito remitido a Greenpeace por Marcin Libicki, Presidente del Comité de Peticiones (que se encarga de gestionar las denuncias de los ciudadanos por incumplimiento de la normativa comunitaria), el Comité informa de que ha solicitado formalmente a la Comisión Europea el inicio de una investigación a partir de los datos que Greenpeace aportó en su denuncia el pasado mes de junio. La decisión del organismo europeo se fundamenta en que las cuestiones que se plantean inciden directamente en el ámbito de actividades de la Unión Europea.

Dentro de las demandas que Greenpeace hace en la Petición se pide el cese inmediato de los vertidos, que el área se declare instalación radiactiva, la realización de un estudio epidemiológico independiente para conocer el impacto de este desastre ecológico en el salud de los onubenses y que las empresas que han provocado esta situación paguen los gastos de descontaminación de la zona.

"La decisión tomada por Bruselas pone de manifiesto la gravedad de la situación denunciada por Greenpeace. Es lamentable que los onubenses lleven 40 años padeciendo una contaminación inadmisible que ha puesto en gravísimo riesgo a la ciudadanía. Esperamos que las Administraciones españolas implicadas se pongan a trabajar para dar solución a la catástrofe de salud y ambiental que padece Huelva", afirmó Julio Barea, responsable de la campaña de Aguas de Greenpeace.

Greenpeace añadirá ahora a la información ya previamente aportada en el mes de junio pasado a la Comisión de Peticiones, los nuevos datos sobre el vertido del isótopo radiactivo cesio-137 al río Tinto, en las marismas de Huelva, que expertos internacionales de esta organización descubrieron el pasado mes de octubre.

El vertido de cesio-137 se encuentra a escasos cientos de metros de la ciudad de Huelva y procede de las más de 7.000 toneladas de material contaminado radiactivamente por el accidente de Acerinox en 1998 y que se enterraron de forma incontrolada en el mal llamado Centro de Recuperación de Inertes (CRI) nº9, ubicado en las Marismas de Mendaña.