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Islandia reduce la caza de ballenas

Greenpeace considera la reducción de la caza como un paso positivo y seguirá presionando al Gobierno islandés para que la abandone definitivamente

Comunicado de prensa - junio 2, 2004
El Gobierno de Islandia congelará su programa de caza "científica" de ballenas y limitará este año su cuota a 25 rorcuales aliblancos. La cuota anteriormente programada de 500 ejemplares, que incluían además a otras dos especies "rorcuales comunes y rorcuales boreales" ha sido por lo tanto significativamente reducida. Se trata del resultado de las fuertes críticas internas combinadas con la falta de un mercado para la carne de ballena." El año pasado se capturaron un total de 36 rorcuales aliblancos después de que Islandia comenzará de nuevo a cazar ballenas después de 14 años sin hacerlo y pese a las protestas internacionales."

Ballena cazada por la flota ballenera Islandesa

"Esto es prácticamente una victoria" - ha declarado Sebastián Losada, responsable de Océanos de Greenpeace - "El Gobierno de Islandia ha tomado una decisión correcta que beneficiará a los islandeses en el futuro. Islandia marca el camino que otros países balleneros deberían seguir en el futuro".

"El mercado de carne de ballena en los países balleneros es reducido y sigue descendiendo debido al cambio en los hábitos alimenticios y a los elevados niveles de contaminantes existentes en estos productos. Islandia aún tiene gran cantidad de carne de ballena almacenada que no ha podido ser colocada en el mercado."

La gran oposición interna a la caza de ballenas ha sorprendido al Gobierno islandés. La Asociación Nacional de Turismo y los operadores de turismo de avistamiento de ballenas han dejado claro que una vuelta de Islandia a la caza comercial de ballenas dañaría la reputación de este país y provocaría un descenso del número de turistas. El turismo se ha convertido en una de las principales fuentes de ingresos en Islandia en los años recientes y la observación de ballenas atrae a unos 72.000 turistas cada año, generando ingresos por unos 14,6 millones de dólares a la economía islandesa.

"Greenpeace seguirá presionando al Gobierno de Islandia hasta que éste ponga punto y final a la caza comercial de ballenas. El barco de Greenpeace MV Esperanza visitará Islandia otra vez este verano y hará campaña en la reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional que se celebrará en julio de este año en Italia para garantizar que la actual moratoria internacional sobre la caza de ballenas seguirá en vigor", añadió Sebastián Losada, responsable de la campaña de ballenas de Greenpeace.

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