Este sitio usa cookies. Si continúas navegando estás aceptando su utilización. Más información

Los vertidos industriales y las malas prácticas agrícolas provocan que la calidad del agua sea muy deficiente

Greenpeace exige a la Confederación que cierre los pozos ilegales y erradique los vertidos obligando a las empresas a pasarse a la producción limpia

Comunicado de prensa - octubre 25, 2005
Greenpeace califica de muy deficiente el estado del agua en la Cuenca Hidrográfica del Guadiana en su informe Agua presentado hoy en rueda de prensa. De hecho, la propia Confederación Hidrográfica reconoce que sólo el 7,63% de sus masas de agua superficiales podrían cumplir los objetivos ambientales de la Directiva Marco del Agua, DMA. En el caso de las cuencas de los ríos Tinto y Odiel, esta cifra desciende hasta el 1,62%. Es decir, que sólo el 2,72% en el Guadiana y el 1,62% en los ríos Tinto y Odiel podrían tener en 2015 un estado de calidad suficiente para mantener su poder de autodepuración y los ecosistemas que dependen de ella.

 La DMA es la ley europea que rige la política desde el 2004 y será de obligado cumplimiento en el 2015. Esta Directiva trata de recuperar la calidad de las aguas continentales abandonando la política de infraestructuras hidráulicas, que se ha demostrado ineficaz y obsoleta, y adoptando una visión ambientalista del medio hídrico que permita su adecuada protección.

Los principales problemas de la cuenca son:

  • La contaminación que sufren los ríos. La causa fundamental es el vertido de aguas residuales urbanas. Por este motivo, por ejemplo, los contenidos en amonio, fosfatos y microorganismos aguas abajo de ciudades como Ciudad Real, Badajoz o Mérida son especialmente elevados.

  • Los vertidos de origen industrial. Por su peligrosidad y toxicidad causan graves efectos sobre el medio ambiente y la salud de las pública. En las orillas del Tinto se acumulan más de 120 millones de toneladas de residuos tóxicos y radioactivos. De hecho, la zona de Huelva presenta la mayor tasa de morbilidad por cáncer de España.

  • La contaminación de los acuíferos. Las malas prácticas agrarias han provocado que el 79% de los acuíferos estén afectado por contaminación por nitratos (con niveles de nitratos superiores a los 50mg/l) y el 24% de las aguas embalsadas presentan problemas de eutrofización.

  • La extracción ilegal de agua. La agricultura es responsable de las extracciones ilegales de pozos que amenazan humedales(1) y zonas protegidas como el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y está teniendo una incidencia directa en el correcto desarrollo de los ecosistemas asociados al medio fluvial e incluso está poniendo diversas especies acuáticas en serio peligro de extinción. Según la propia Administración, sólo en los acuíferos 23 y 24 hay al menos 60.000 pozos ilegales.

Si la Condeferación y las Administraciones autonómicas no ponen los medios necesarios para paliar esta grave situación y conservar su medio hídrico, en la Cuenca del Guadiana se agudizarán los problemas de disponibilidad de agua por los elevados índices de contaminación y la creciente demanda que se hace de la misma.

La Cuenca del Guadiana es una de las Confederaciones que presenta peores datos en el informe para el Ministerio de Medio Ambiente sobre los artículos 5 y 6 de la DMA al que estaban obligados. De hecho todas sus aguas subterráneas están en riesgo y todavía siguen sin analizar el 77,48% de sus aguas superficiales. De seguir así, la Cuenca del Guadiana no logrará alcanzar los objetivos ambientales fijados por la Directiva Marco del Agua (DMA).

"La lucha contra la contaminación no sólo permitiría aumentar más la disponibilidad de recursos hídricos que la construcción de embalses y trasvases, sino que es la única forma de asegurar agua para las futuras generaciones. Es urgente que la Confederación cierre todos los pozos ilegales y acabe con los vertidos urbanos e industriales que amenazan a ríos y acuíferos de la cuenca y ponen en peligro la salud pública y el medio ambiente", ha declarado Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace.

"Es necesario que los Gobiernos autonómicos dejen de incumplir la legislación y pongan en marcha un plan general de saneamiento integral de las aguas residuales. Si se siguen postergando estas medidas la Cuenca del Guadiana no cumplirá los objetivos de la DMA" ha declarado Julio Barea, responsable de la campaña de aguas de Greenpeace.

Éstas son algunas de las conclusiones que Greenpeace ha extraído sobre la Cuenca del Guadiana en su informe "Agua: la calidad de las aguas en España. Un estudio por cuencas", el primero que analiza la totalidad de las aguas continentales españolas (ríos, acuíferos, lagos, humedales, estuarios, rías...).

Greenpeace ha realizado esta investigación para conocer el estado de las aguas continentales en un momento crucial: la entrada en vigor de la DMA. El estudio se centra en la calidad de los recursos hídricos, que será en el futuro la que marcará la disponibilidad del agua en todo el Estado. El término calidad incluye la contaminación (grado de toxicidad de los diferentes vertidos), el estado ecológico de las aguas superficiales (la buena salud del ecosistema y su capacidad de regeneración) y el estado químico de las subterráneas.

La principal conclusión del informe afirma que en el Estado español sólo el 11% de las aguas superficiales y el 16% de las subterráneas están en este momento en condiciones de cumplir en 2015 los objetivos que marca la DMA. Es decir, sólo el 11% de las aguas superficiales tiene calidad suficiente para mantener su poder de autodepuración y los ecosistemas que dependen de ella. Y en el caso de las subterráneas, sólo el 16% mantiene las cualidades químicas suficientes para que se puedan utilizar en abastecimiento y riego.


(1) Los humedales juegan un papel esencial en el ciclo hidrológico, por ejemplo, en el almacenamiento de recursos hídricos o en la recarga de acuíferos.