Greenpeace y WWF/Adena denuncian que la destrucción de los humedales en España sigue hoy su curso con una nueva amenaza: las obras del trasvase Júcar-Vinalopó, que pueden suponer el golpe de gracia para el Parque Natural de La Albufera de Valencia, el segundo humedal español en extensión. Con motivo de la celebración del 2 de febrero, Día Mundial de los Humedales, ambas organizaciones ecologistas exigen la paralización de las obras de dicho trasvase y recuerdan que España ha perdido ya el 60 por ciento de sus humedales en los últimos 50 años.
Según aseguran Greenpeace y WWF/Adena, el trasvase
Júcar-Vinalopó sustraerá el escaso agua que le queda al Júcar, uno
de los ríos que alimenta a la Albufera, desviándola a Alicante para
alimentar de manera encubierta la especulación urbanística en la
zona. El suelo urbanizado en la provincia de Alicante se incrementó
entre los años 1990 y 2000 en un 62,23%, casi el triple de la media
estatal. El año pasado, la Generalitat Valenciana modificó el Plan
Rector del Parque Natural de la Albufera para recalificar como
urbanizable parte de la zona protegida, y se han producido varias
mortandades de peces por la contaminación de sus aguas.
"El Parque Natural de la Albufera sufre hoy la amenaza real y
cercana del trasvase Júcar-Vinalopó. Algunas obras de este trasvase
están en ejecución, y serán irreversibles si las máquinas
tuneladoras comienzan la construcción del tramo principal de la
conducción, que atraviesa el valioso espacio natural de la Muela de
Cortes" ha declarado Guido Schmidt, responsable del Programa de
Aguas Continentales de WWF/Adena. Un hecho que ocurrirá en 2005, si
el Ministerio de Medio Ambiente no para a tiempo la ejecución del
proyecto", añade.
La Albufera está incluida en el listado de las zonas húmedas de
interés internacional recogidas del Convenio Ramsar. Este acuerdo
se firmó en la ciudad iraní de Ramsar en 1971 y fue ratificado por
España en 1982. "Los humedales son los ecosistemas más ricos y
productivos del planeta por su gran diversidad biológica" advierte
Julio Barea, responsable de la Campaña de Aguas de Greenpeace. "A
pesar de su importancia, la agricultura, la contaminación y el
desarrollo urbanístico indiscriminado han provocado la pérdida de
más de la mitad de estas reservas naturales en nuestro país".
Las obras del trasvase Júcar-Vinalopó se iniciaron en 2003, a
pesar de haberse recogido más de 20.000 firmas en Valencia en
contra del mismo, y de que se hizo evidente la imposibilidad de
cumplir las estrictas condiciones ambientales impuestas por la
Comisión Europea. De igual modo, las obras continuaron a pesar de
que en julio de 2004 el Parlamento Europeo recomendó la
paralización cautelar de las mismas.
Ambas organizaciones aplauden el anuncio de la Ministra de Medio
Ambiente, Cristina Narbona, de invertir 503 millones de euros en el
Plan de Acción para recuperar la Albufera, pero recuerdan que este
mismo Ministerio invierte a la vez más de 230 millones de euros en
el trasvase que destruirá este ecosistema.
Además, el trasvase Júcar-Vinalopó constituye la antítesis de la
"Nueva Cultura del Agua" que el Ministerio de Medio Ambiente afirma
promover. Por ello, Greenpeace y WWF/Adena piden a la Ministra de
Medio Ambiente que paralice las obras y retire el trasvase
Júcar-Vinalopó de las inversiones previstas por el Plan Hidrológico
Nacional.
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