Comunicado de prensa - julio 27, 2007
La organización ecologista está preparando una nueva denuncia contra la empresa Iscomar por ocultar el traslado de 10 toneladas de residuos de baterías de coches, residuos considerados peligrosos por la Unión Europea. Hasta el momento se desconocía la existencia de estos residuos, ya que no ha sido comunicado públicamente ni por el Gobierno Balear, ni por el Ministerio de Medio Ambiente a pesar de las consecuencias ambientales que podría causar el contenido tóxico de las baterías.
Miembros de Greenpeace navegan en la zona afectada por el fuel del Buque "Don Pedro" en Ibiza.
Este vacío de información, por otro lado, confirma el descontrol
en la gestión de residuos peligrosos en España y la, cada vez menos
anecdótica, vulneración de las directivas europeas. En este caso,
el transporte de las baterías sin declarar, es un incumplimiento de
la Directiva 2000/53/CE, sobre vehículos al final de su vida útil,
que exige a los gobiernos el control estricto del almacenamiento y
tratamiento de vehículos.
"Nos preocupan las evidencias que rodean a esta carga de
residuos peligrosos: en caso de que Iscomar tuviera declarada la
carga, las administraciones han ocultando información sobre los
posibles impactos del hundimiento del buque, y si no lo habían
hecho, se pone de relieve las vulneraciones de las leyes europeas y
la falta de control que facilita que esto ocurra en España", ha
declarado Sara del Río, responsable de la campaña de tóxicos de
Greenpeace.
Las baterías de coches son declaradas residuos peligrosos por la
UE ya que contienen un compuesto muy corrosivo, el ácido sulfúrico
y un metal pesado altamente tóxico, el plomo. El plomo y sus
compuestos pueden ir acumulándose en los seres vivos y presentan
gran persistencia en el medio ambiente.
Greenpeace pide al Gobierno Balear y al Ministerio de Medio
Ambiente que aclaren públicamente desde cuándo tenían conocimiento
de la carga peligrosa del buque Don Pedro y cuál era el destino de
la carga.