Los barcos italianos Ligny Primo, el Maria Antonietta y el Luca Maria pescando atún rojo 90 millas al norte de Libia. El barco de Greenpeace Rainbow Warrior fue testigo de la pesca con avioneta, práctica ilegal, del atún rojo en esta zona.
Los barcos italianos Ligny Primo, el Maria Antonietta y el Luca Maria pescando atún rojo 90 millas al norte de Libia. El barco de Greenpeace Rainbow Warrior fue testigo de la pesca con avioneta, práctica ilegal, del atún rojo en esta zona.
Los barcos italianos Ligny Primo, el Maria Antonietta y el Luca Maria pescando atún rojo 90 millas al norte de Libia. El barco de Greenpeace Rainbow Warrior fue testigo de la pesca con avioneta, práctica ilegal, del atún rojo en esta zona.
Los barcos italianos Ligny Primo, el Maria Antonietta y el Luca Maria pescando atún rojo 90 millas al norte de Libia. El barco de Greenpeace Rainbow Warrior fue testigo de la pesca con avioneta, práctica ilegal, del atún rojo en esta zona.
Entre ellas, figura una española, con matrícula EC-IFX y
pilotada por Pedro Bilbao el 12 de junio, según la hoja de control
del aeropuerto de Lampedusa a la que Greenpeace ha tenido acceso
(1).
"El uso de avionetas está terminantemente prohibido por el nuevo
plan de gestión del atún rojo, e incluso el plan en vigor hasta el
13 de junio pasado ya prohibía el uso de estas avionetas durante el
mes de junio. Si se siguen empleando, sencillamente, no habrá
escapatoria para el atún", ha declarado Sebastián Losada, tras su
exposición ante el Parlamento Europeo. "El Gobierno español tiene
la responsabilidad de garantizar que las actividades de sus
avionetas no violan las normativas pesqueras internacionales".
Greenpeace ha obtenido las hojas de control aeroportuarias de
once avionetas que han sobrevolado el caladero de pesca
mediterráneo durante el mes de junio. Se trata de seis aeronaves
italianas, cuatro norteamericanas y una española.
Varias de ellas fueron observadas el pasado 14 de junio desde el
barco de Greenpeace, Rainbow Warrior, mientras ayudaban a encontrar
atún a tres barcos italianos (2). El Rainbow Warrior ha podido
comprobar que el uso de avionetas para detectar los bancos de atún
es todavía una práctica común en la zona, pese a que ha sido
prohibida por el nuevo plan de recuperación del atún rojo acordado
por la CICAA, tras navegar durante cinco semanas en el Mediterráneo
Central documentando las actividades de estas flotas. La pesca
ilegal está acabando con la especie (3).
En el caso de tres de las avionetas italianas, el propietario
registrado parece ser la Associazione de Produttori Tonnieri del
Tirreno / Grupo Severion Gallo. Esto implica que no hay confusión
alguna sobre el tipo de actividades que las avionetas están
realizando.
"Es un escándalo que el Gobierno italiano permita a estas
avionetas volar desde sus aeropuertos, y más cuando declaran que
sus propietarios son empresas atuneras. Eso tiene un nombre:
impunidad", añadió Losada. "La población de atún está al borde de
la desaparición".
Greenpeace ha demandado hoy al Parlamento Europeo que inicie una
investigación y procedimientos de infracción contra los barcos y
países implicados en estas prácticas. La organización ecologista
también ha demandado al Parlamento que presione para la revisión
del actual plan de gestión del atún rojo, que permite actualmente
capturar legalmente 29.500 toneladas, pese a que los científicos
afirman que capturas mayores de 15.000 toneladas no permitirán la
recuperación del atún rojo.
Notas
(1) Esta documentación se encuentra a disposición de los
interesados.
(2) Los pesqueros italianos eran el Ligny Primo, el Maria
Antonietta y el Luca Maria. Uno de estos barcos, el Luca Maria no
figura en el registro de la CICAA de barcos con licencia para
pescar atún. Greenpeace identificó cuatro avionetas, tres
estadounidenses y una italiana que apoyaron a los barcos de pesca
durante toda la operación.
(3) La pesquería de atún rojo en el Mediterráneo figura entre
las pesquerías con mayor índice de pesca ilegal en el mundo. En
años recientes, las capturas de atún rojo han alcanzado las 50.000
toneladas anuales pese a que sólo 32.000 toneladas podían ser
capturadas legalmente cada año.