Comunicado de prensa - junio 27, 2005
La organización ecologista Greenpeace ha rechazado el proyecto de la “Planta incineradora de residuos sólidos urbanos con recuperación de energía en el área de Txingudi” y su Estudio de Impacto ambiental.
Activistas de Greenpeace paralizan la incineradora de Zabalgarbi en Bilbao.
El pasado 13 de junio, dentro del periodo de información
pública, Greenpeace presentó una serie de alegaciones ante el
Departamento de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del
Gobierno Vasco en las que concluye pidiendo al Ejecutivo vasco que
rechace la construcción de la planta.
Greenpeace expone en sus alegaciones los problemas ambientales y
sanitarios de la incineración, ya que todas las incineradoras son
fuentes de contaminación ambiental al emitir a la atmósfera, o al
medio en general, sustancias de elevada toxicidad como metales
pesados y compuestos orgánicos entre los que se encuentran las
dioxinas y los furanos. Los metales no se destruyen durante el
proceso de combustión de los residuos y, por lo tanto, se emiten al
medio ambiente bien a través de las chimeneas adheridos a las
partículas o bien en las cenizas.
Greenpeace alega también que el alto coste de la incineración
impide la puesta en marcha de otros mecanismos de menor impacto
para hacer frente al problema de la generación de basuras.
Greenpeace recuerda en su escrito que la incineración no evita
la necesidad de construir vertederos, ya que aunque reduce el
voumen de los desperdicios hasta en un 70%, las cenizas y escorias
deben acumularse en algún sitio. Y las cenizas y escorias producto
de la incineración son residuos tóxicos.
Greenpeace considera también que el emplazamiento elegido es
manifiestamente inadecuado por su proximidad a núcleos de
población, equipamientos deportivos y centros escolares.
"La incineración es la forma más costosa y contaminante de hacer
frente al problema de los residuos. Esperamos que este proyecto de
construir una incineradora en Txingudi sea definitivamente
desechado" ha declarado Juan López de Uralde, director ejecutivo de
Greenpeace.