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Greenpeace pide que el CSN haga pública toda la documentación sobre la causa de las fugas antes del arranque de Cofrentes

En una carta de respuesta a Greenpeace, el Consejo de Seguridad Nuclear evidencia que no conoce la causa que ha generado la degradación de esos tubos

Comunicado de prensa - agosto 2, 2005
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) debe hacer pública toda la documentación relativa a los recientes fallos de la central nuclear de Cofrentes, especialmente sobre el importante suceso de fugas en los tubos del sistema de accionamiento hidráulico de las barras de control del reactor, antes de autorizar el arranque de esta central.

imagen área de la central nuclear de Cofrentes, en Valencia

Greenpeace considera inadmisible que el CSN autorice el arranque de Cofrentes, tal y como ha anunciado el CSN en una nota publicada en su página web el pasado 29 de julio, sin que se haya aclarado plenamente la causa que ha provocado la degradación de esos tubos y las fugas que se produjeron y fueron descubiertas por Iberdrola el pasado 18 de junio.

En una carta de fecha 22 de julio, de respuesta a Greenpeace, el CSN evidencia no conocer a ciencia cierta la causa de las citadas fugas. En su carta, el CSN afirma que los resultados  preliminares de los análisis indicarían que se trataría de una contaminación externa por cloro de la superficie de esos tubos. Afirma textualmente que "se está investigando el origen de la presencia de cloro en esa zona, pero al estar los defectos en un lugar inaccesible en operación normal, es posible que la contaminación se haya podido producir en la fase de montaje de las tuberías, aunque estamos pendientes de confirmación al respecto, manteniéndose por tanto abierta la resolución absoluta del tema hasta la finalización de los estudios causa-raiz".

El CSN no aporta a Greenpeace más información que ésta, a pesar de que la organización ecologista solicitó información detallada sobre el origen, la causa del fenómeno, el inicio del mismo, duración, ritmo de la evolución de la degradación y factores que han coadyubado al mismo.

Para Greenpeace, la decisión del CSN de autorizar el arranque de la central podría estar haciéndose sin tener conocimiento pleno de cual es la causa del problema y por tanto de forma poco conservadora, poniendo en riesgo la seguridad.

En relación a la comunicación de este importante suceso, Greenpeace mantiene que la actuación de Iberdrola al respecto ha sido lamentable, como demuestra el hecho de que, a pesar de la relevancia del asunto, Iberdrola no comunicara al CSN lo ocurrido como un Suceso Notificable desde el mismo momento en el que se detectó el problema (el 18 de junio), con el pretexto de que la fuga estaba localizada fuera de la barrera de presión. En esas fechas, Iberdrola se limitó a comunicarlo verbalmente al CSN 3 días más tarde, el 21 de junio, y a mantener una conversación telefónica con miembros de la Dirección Técnica de Seguridad Nuclear (DTSN) el 22 de junio.

Greenpeace considera que la decisión de Iberdrola de no considerar el suceso como notificable es una práctica obviamente poco conservadora y demuestra la manifiesta intención de ocultar al público los hechos ocurridos así como su extraordinaria relevancia. Las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETF) permiten al operador notificar cualquier suceso relacionado con la seguridad que éste considere relevante. Es evidente que el sistema de accionamiento de las barras de control, que es el que asegura la inserción inmediata de las barras de control en el núcleo cuando ello es necesario, es importante para la seguridad y Greenpeace considera que cualquier cosa que afecte al mismo deberia ser valorado como relevante.

Igualmente es criticable el hecho de que Iberdrola pretendiera arrancar la central a finales de junio sin llevar a cabo análisis en profundidad del problema y sin efectuar reparación alguna de los tubos afectados, lo que confirma la actitud irresponsable y agresiva de Iberdrola en la operación de sus centrales nucleares. Finalmente, ante las críticas de diversos colectivos ecologistas y políticos, Iberdrola aceptó la decisión del CSN de permanecer en parada y llevar a cabo la sustitución de una serie de tramos de tubería de la zona afectada.