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Greenpeace pide a Moyresa que deje de importar soja transgénica

Acción de Greenpeace en la fábrica de Moyresa en Portugalete

Comunicado de prensa - junio 24, 2004
Un grupo de 18 activistas de Greenpeace realizan, desde las nueve y media de la mañana, una protesta pacífica en las instalaciones de la compañía Moyresa, perteneciente al grupo multinacional Bunge, en Portugalete (Bizkaia). Los activistas piden a la empresa que declare la planta de Portugalete libre de transgénicos como primer paso para dejar de procesar y vender organismos modificados genéticamente en España.

Acción de Greenpeace en las instalaciones de la compañía Moyresa en Bilbao demandando la paralización de las importaciones de soja transgénica

Algunos de ellos, disfrazados de vacas, cerdos y pollos, llevan pancartas en las que se leen frases como "no queremos transgénicos/ez dugu transgenikorik nahi". Otros se han encaramado a algunos de los edificios de las instalaciones y han desplegado pancartas con frases como "Moyresa di no a los transgénicos/egin uko transgenikoei" o "Euskadi no quiere transgénicos/Euskadik ez du transgenikorik nahi".

Con la utilización de disfraces de animales, Greenpeace quiere denunciar que el 80% de los transgénicos que entran en España se utilizan para la producción de piensos que alimentan a nuestras cabañas de vacuno, porcino y aves. El reglamento europeo, que entró en vigor el pasado 18 de abril, no obliga a etiquetar los derivados de animales. Por tanto no podemos saber si la carne, la leche o los huevos que comemos provienen de animales alimentados con OMG (organismos modificados genéticamente).

A raíz de las protestas que Greenpeace realizó en los meses de abril y mayo en diferentes instalaciones de esta multinacional en todo el mundo -entre ellas la que tuvo lugar a finales de abril en la fábrica de Moyresa en Cartagena-, directivos de la empresa han asegurado tanto a Greenpeace como a varios medios de comunicación que iban a declarar la planta de Portugalete libre de transgénicos.

"El no hacerlo, además de prolongar la agresión al medio ambiente global, supondría defraudar las expectativas del mercado de la zona y seguir negando a sus clientes y a los consumidores el derecho a elegir una alimentación que no derive de organismos modificados genéticamente (OMG)" -ha afirmado Juan Felipe Carrasco, responsable de la campaña de transgénicos de Greenpeace- "Moyresa debe comprometerse a importar, procesar y suministrar exclusivamente soja no transgénica en las cinco instalaciones que tiene en territorio español."

La instalación de Portugalete procesa indistintamente soja transgénica y no transgénica, a pesar de las reiteradas solicitudes de los ganaderos para que abandone la actividad transgénica y del creciente rechazo de los consumidores a los organismos modificados genéticamente. De hecho, el monopolio en el mercado de soja de la zona, en manos de Moyresa, impide a los ganaderos poder elegir un pienso libre de OMG.

Greenpeace ha solicitado una reunión con un responsable de la fábrica y ha entregado una carta en la cual exige a Moyresa que se comprometa públicamente a abastecer el mercado exclusivamente con soja y derivados de soja no transgénicos y acabar así con la contaminación de la cadena alimentaria con materias primas modificadas genéticamente.

"Consideramos que Moyresa/Bunge Ibérica puede asegurar un abastecimiento constante de soja y derivados de soja no transgénicos para el mercado español y que el hecho de no hacerlo es una elección voluntaria" -ha afirmado Carrasco.

España es el segundo importador europeo de soja, con seis millones de toneladas anuales procedentes de Argentina, EEUU y Brasil. Greenpeace estima que de ellas, unos cuatro millones son transgénicas. Moyresa acapara el 70% del mercado nacional y su casa madre, Bunge, es el mayor procesador y exportador de soja de América y el mayor procesador mundial de cultivos oleaginosos.

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