Comunicado de prensa - junio 13, 2005
Activistas de Greenpeace han colocado a las 11 de la mañana de hoy frente al Ministerio de Industria dos tubos de ensayo de más de dos metros cada uno con sendas personas dentro. Los activistas quieren mostrar así al ministro José Montilla que la exposición continuada a sustancias químicas peligrosas hace que todos los ciudadanos estemos expuestos a un cóctel químico.
Greenpeace pide un cambio en la leyes europeas sobre los productos químicos
Acción de Greenpeace frente al Ministerio de industria pidiendo a Montilla que apueste por una industria química segura
Acción de Greenpeace frente al Ministerio de industria pidiendo a Montilla que apueste por una industria química segura
En la acción pacífica, los activistas han colocado una pancarta
con el lema "Montilla, queremos una industria química segura".
Greenpeace considera que el Ministerio de Industria está bloqueando
la postura del Gobierno español frente a la legislación europea
REACH. Industria lidera el Grupo Interministerial en este asunto y,
por tanto, es el responsable de que el debate esté paralizado.
La asociación ecologista cree que el Ministerio de Industria
está bloqueando el debate abierto sobre el reglamento sobre
químicos REACH
Actualmente sufrimos una crisis química que está provocando
serios problemas en el medio ambiente y en la salud. La dispersión
generalizada de tóxicos hace que estemos constantemente expuestos a
estas sustancias y a la contaminación de nuestros organismos. Esto
ha provocado, por ejemplo, un incremento de ciertas enfermedades
relacionadas con el sistema inmunológico y reproductor (cánceres,
asma, alergias...).
La Unión Europea ha decidido tomar cartas en el asunto con el
desarrollo del reglamento REACH (Registro, Evaluación y
Autorización de Sustancias Químicas) que establecerá la política
europea sobre sustancias químicas. El texto inicial de REACH
aseguraba la protección frente a los tóxicos con el llamado
principio de sustitución, que obliga a sustituir las sustancias
peligrosas (clasificadas como "extremadamente preocupantes") por
alternativas más seguras siempre que sea posible. La presión de la
industria química ha desvirtuado el texto y el borrador actual
permite usar sustancias cancerígenas, mutagénicas, tóxicas para la
reproducción o disruptores endocrinos aunque haya alternativas más
seguras disponibles.
"No sabemos si Industria está entendiendo de verdad lo que nos
estamos jugando en REACH. Si Montilla cree que manteniendo la
situación actual defiende los intereses de la industria química se
está equivocando, porque será mucho mejor para todos que nuestra
industria química sea competitiva y segura. Además se está
olvidando de aquellos sectores industriales que sí apuestan por la
protección del consumidor" -ha declarado Sara del Río, responsable
de la campaña de tóxicos de Greenpeace.
"Solamente desde la prevención podremos evitar que nuestra vida
cotidiana se convierta en un experimento químico. Una legislación
sobre químicos tiene que asegurar la sustitución de las sustancias
más peligrosas por alternativas más seguras cuando sea posible y no
dejar resquicios legales para que estas sustancias sigan
contaminándonos" -añadió del Río.
España todavía no ha definido su postura sobre cómo gestionar
las sustancias químicas más peligrosas. Además, el Ministerio de
Industria está celebrando unas jornadas informativas sobre REACH
junto a la Federación de la Industria Química Española (FEIQUE). A
pesar de que Greenpeace ha enviado una carta solicitando al
Ministerio que abra el debate a todos los agentes involucrados en
él, la organización ecologista no ha recibido respuesta.