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Greenpeace pide a Asuntos Exteriores que niegue la entrada del Weatherbird II a Las Palmas e impida la "fertilización" marina con hierro

La organización ha enviado esta mañana documentación al Ministerio de Asuntos Exteriores, Fomento y Medio Ambiente sobre los riesgos potenciales de la fertilización marina con hierro

Comunicado de prensa - diciembre 9, 2007
Esta mañana Greenpeace ha enviado una recopilación de información científica que explica los riesgos ambientales asociados a la “fertilización marina” con hierro. Esta técnica es la que pretende llevar a cabo la empresa estadounidense, Planktos, cerca de las Islas Canarias y para lo que ha desplazado a la zona su barco Weatherbird II.

El barco Weatherbird II, propiedad de la empresa Planktos y cuya intención es llevar a cabo vertidos de hierro en el océano, estará atracado en unos días en el Puerto de Las Palmas de Gran Canaria.

El pasado jueves, Capitanía Marítima, denegó el acceso al barco Weatherbird II por no solicitar autorización al Ministerio de Asuntos Exteriores , con seis meses de antelación, como exige el Real Decreto 799/1981. Esta es la razón por la que, si el Weatherbird II quiere entrar en un puerto español deberá solicitar la autorización y por lo que Greenpeace solicita que, en tal caso, ésta fuera rechazada.

"El gobierno español ya se ha posicionado en las reuniones del Convenio de Londres en contra de verter hierro al mar bajo el argumento de combatir el cambio climático, desde Greenpeace esperamos que su postura sea la misma hoy y que impidan que Planktos siga adelante con sus intenciones" ,ha declarado Sara del Río, responsable de la campaña de Tóxicos de Greenpeace

Las intenciones de la empresa Planktos es llevar a cabo vertidos de hierro pulverizado al mar para realizar lo que denominan experimentos de "fertilización con hierro". Según la empresa, el aporte de nutrientes como el hierro al mar incrementaría el desarrollo del fitoplancton marino para, de esta forma, fijar dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y transportarlo a las profundidades oceánicas, mitigando así algunos de los efectos del cambio climático.

La Unidad Científica de Greenpeace en la Universidad de Exeter (Reino Unido) ha recopilado información que pone de manifiesto la ineficacia de esta tecnología para combatir el cambio climático y los peligros potenciales asociados para el medio ambiente.

Además, tanto el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) como el Convenio de Londres para la Prevención de la Contaminación Marina han rechazado esta práctica. El IPCC ha considerado los posibles resultados beneficiosos de esta técnica como puras especulaciones y el Convenio de Londres ha mostrado su preocupación por los efectos negativos que podría tener sobre el medio ambiente y la salud humana y ha recomendado que no se lleve a cabo.

"El convenio de Londres, en relación con la fertilización oceánica, ha decidido poner en práctica el principio de precaución para proteger el medio ambiente marino y actuar ante amenazas emergentes con rapidez. Este convenio subraya que la fertilización oceánica es simplemente "una distracción". El cambio climático necesita un enfoque hacia soluciones reales como la investigación en energías renovables, detener la construcción de centrales térmicas y proteger los bosques del planeta." ha declarado David Santillo, investigador de la Unidad Científica de Greenpeace, en la Universidad de Exeter.