Comunicado de prensa - diciembre 14, 2006
La organización ecologista había denunciado en numerosas ocasiones que esta depuradora era un punto negro del Tajo por sus niveles de radiactividad.
Una de las principales Estaciones Regeneradoras de Aguas Residuales (ERAR) de la ciudad de Madrid, la depuradora de La China, ha venido vertiendo lodos y aguas fecales sin tratar al río Manzanares ante la total permisividad de las autoridades municipales.
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Una de las principales Estaciones Regeneradoras de Aguas Residuales (ERAR) de la ciudad de Madrid, la depuradora de La China, ha venido vertiendo lodos y aguas fecales sin tratar al río Manzanares ante la total permisividad de las autoridades municipales.
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La organización ecologista Greenpeace ha mostrado su sorpresa y
satisfacción por el anuncio del Ayuntamiento de Madrid de cierre de
la depuradora de la China. Se da la circunstancia de que el pasado
lunes el Canal de Isabel II se comprometió con Greenpeace a
realizar un estudio radiológico de la planta, en una visita que
técnicos de la organización ecologista realizaron a la misma.
La depuradora de la China es la más antigua de Madrid y ha
venido siendo denunciada por Greenpeace debido a la sucesión de
vertidos por mala gestión. Los más graves han sido los vertidos
radiactivos del CIEMAT desde el año 70. El último vertido desde el
CIEMAT de agua con radionucleidos se produjo en mayo del año 2004.
Todavía queda pendiente el vertido de otros 40.000 litros de aguas
radiactivas que no han sido autorizados.
Por todo ello Greenpeace había calificado la depuradora de la
China como uno de los puntos negro de la Cuenca del Tajo.
"El anuncio de cierre demuestra que la instalación no funcionaba
en condiciones, y las denuncias reiteradas han obligado a tomar
esta decisión", ha declarado Juan López de Uralde, director de
Greenpeace.