Comunicado de prensa - diciembre 13, 2008
Mientras los efectos del cambio climático que ya se están dejando notar superan las previsiones científicas más pesimistas, la conferencia de Poznan ha estado marcada por una clara falta de liderazgo de la Unión Europea (UE) y por las reticencias de los países desarrollados para alcanzar compromisos ambiciosos. Greenpeace recuerda a los gobiernos la necesidad expresada por los científicos de actuar contra el cambio climático en un plazo máximo de diez años y les desafía a que, malgastado el primero de ellos, tomen la responsabilidad para alcanzar un acuerdo ambicioso en Copenhague.
Poznan, Polonia. 12 de diciembre de 2008. El oso polar sin hogar, refugiado ambiental, hace "auto-stop" para que alguien le lleve a Copenhague, donde un compromiso internacional se debe acordar en 2009 si se quiere evitar un cambio climático catastrófico.
Poznan, Polonia. 12 de diciembre de 2008. El oso polar sin hogar, refugiado ambiental, hace "auto-stop" para que alguien le lleve a Copenhague, donde un compromiso internacional se debe acordar en 2009 si se quiere evitar un cambio climático catastrófico.
Poznan, Polonia. 12 de diciembre de 2008. El oso polar sin hogar, refugiado ambiental, hace "auto-stop" para que alguien le lleve a Copenhague, donde un compromiso internacional se debe acordar en 2009 si se quiere evitar un cambio climático catastrófico.
Poznan, Polonia. 12 de diciembre de 2008. El oso polar sin hogar, refugiado ambiental, hace "auto-stop" para que alguien le lleve a Copenhague, donde un compromiso internacional se debe acordar en 2009 si se quiere evitar un cambio climático catastrófico.
Poznan, Polonia. 12 de diciembre de 2008. El oso polar sin hogar, refugiado ambiental, hace "auto-stop" para que alguien le lleve a Copenhague, donde un compromiso internacional se debe acordar en 2009 si se quiere evitar un cambio climático catastrófico.
Las negociaciones sobre mayores reducciones de emisiones en los
estados desarrollados no van a iniciarse hasta junio, debido a los
grandes esfuerzos de Australia, Canadá, Japón y Nueva Zelanda que
han presionado durante toda la cumbre para dejar pendiente esta
cuestión.
"El resultado final de las conversaciones es poco más que un
refrito de lo ya discutido en la Conferencia del año pasado en
Bali. No podemos decir que se haya retrocedido pero repetir lo que
se había dicho el año anterior no es progresar" ha declarado Aida
Vila, responsable de la campaña Cambio climático y Energía de
Greenpeace. "Justo ahora que el mundo suspiraba aliviado ante la
perspectiva de un mandato estadounidense preocupado por la lucha
contra el cambio climático, el liderazgo de la UE se debilita y un
grupo de países se retracta de sus obligaciones y amenaza con
malgastar esta oportunidad" ha añadido Vila.
Por su parte, el paquete de medidas sobre energía y clima
acordado por la UE sigue dejando la puerta abierta al carbón, el
principal responsable del cambio climático, y ha debilitado el
esfuerzo interno de reducción de emisiones en la UE al permitir a
los Estados Miembros cubrir más de los 2/3 de sus reducciones
mediante proyectos en el exterior. Afortunadamente estas medidas no
son definitivas, ya que todavía falta la votación del Parlamento
Europeo al respecto la semana que viene.
Las únicas propuestas constructivas que se han escuchado en la
cumbre han venido de manos de algunos países en desarrollo como
Sudáfrica, México, Brasil o Corea del Sur, que han anunciado que
estarían dispuestos a asumir compromisos ambiciosos en reducción
de emisiones o de deforestación.
Pese a todo, todavía puede llegarse a un acuerdo satisfactorio
en la Conferencia de Copenhague del año que viene. Los mensajes
mandados por el senador de los EEUU, John Kerry, y por Al Gore en
Poznan durante los dos últimos días han confirmado la voluntad de
la Administración de Obama de comprometerse en la lucha contra el
cambio climático y alcanzar un acuerdo ratificable.
"Solucionar la crisis climática requiere plena cooperación
global y ahora no es momento de renunciar a las obligaciones o
debilitar los compromisos. La cuenta atrás a Copenhague ha empezado
y el mundo está vigilando" ha recordado Aida Vila.