Comunicado de prensa - abril 22, 2005
En el Día Mundial de la Tierra, más de 30 activistas de Greenpeace han desplegado 1.500 metros cuadrados de tela azul sobre la playa de Castelldefels en Barcelona, representando la subida del nivel del mar que se producirá en este siglo si no frenamos el cambio climático. Una subida en vertical de 1 metro del nivel del mar supondría en este caso la desaparición de aproximadamente 150 metros de playa.
En el Día Mundial de la Tierra, más de 30 activistas de Greenpeace han desplegado 1.500 metros cuadrados de tela azul sobre la playa de Castelldefels en Barcelona, representando la subida del nivel del mar que se producirá en este siglo si no frenamos el cambio climático. Una subida en vertical de 1 metro del nivel del mar supondría en este caso la desaparición de aproximadamente 150 metros de playa.
Los activistas del MV Arctic Sunrise han querido demostrar los
efectos que el actual modelo energético tendrá sobre los espacios
costeros, que serán los primeros en verse afectados, con las
consecuencias económicas, sociales y ambientales que ello implica.
El buque ecologista realiza una campaña en las costas españolas
bajo el lema "Contra el cambio climático, exigimos energía limpia",
que concluirá con una expedición para documentar el deshielo de
Groenlandia.
"La construcción de más centrales térmicas condenará a nuestras
playas y costas a desaparecer bajo el mar por el cambio climático",
ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña de Energía de
Greenpeace España. "No tiene sentido asumir ese riesgo, cuando con
energías renovables podemos obtener la electricidad que
necesitamos", añadió.
Para finales de siglo se espera que el cambio climático ocasione
una subida media del nivel del mar de entre 50 y 100 cm, según un
informe publicado por el Ministerio de Medio Ambiente, en el que se
indica que se inundarían buena parte de zonas costeras bajas que en
la actualidad reportan grandes beneficios tanto sociales como
ambientales, como el Delta del Ebro, el Delta del Llobregat, la
Manga del Mar Menor o la costa de Doñana.
El calentamiento global provoca el aumento del nivel del mar por
la expansión térmica del agua, que se acelerará a lo largo del
siglo XXI, así como por el deshielo de los glaciares y de
Groenlandia y la Antártida. El deshielo completo de los hielos de
la Antártida y Groenlandia elevaría el nivel de mar en cerca de 70
metros. Por lo tanto, cualquier pequeño cambio parcial en su
volumen podría tener efectos considerables.
Si no reducimos las concentraciones de gases de efecto
invernadero, incluso si permanecen estabilizadas en sus valores
actuales, el nivel del mar seguiría subiendo de todos modos durante
cientos de años. Una subida de la temperatura media global por
encima de 2º C supone el riesgo de que se deshiele gran parte de
las zonas permanentemente heladas de Groenlandia (haría subir el
nivel medio mundial del mar 7 metros) y de la Antártida (5-7 m.),
con la consiguiente subida del nivel del mar durante varios
siglos.
Los próximos 16 y 17 de mayo se celebrará en Bonn (Alemania) el
Seminario de Expertos Gubernamentales, que abordará los compromisos
de Kioto posteriores a 2012. La Unión Europea ha fijado el límite
de 2º C para definir un cambio climático peligroso. "No sobrepasar
los 2º C debe ser el acuerdo de la reunión de Bonn. Un acuerdo que
esté del lado de la ciencia, en el interés de proteger las vidas
humanas, la naturaleza y la economía", añadió Montón.