Comunicado de prensa - julio 23, 2007
Greenpeace ha informado hoy al Comité de Peticiones del Parlamento Europeo sobre la reciente sentencia de la Audiencia Nacional que confirma la caducidad de la concesión que autorizaba a Fertiberia para verter fosfoyesos en las marismas del río Tinto. La sentencia confirma la ilegalidad de los vertidos y determina el cese inmediato de los mismos dando la razón a los colectivos ecologistas que venían denunciando la situación que se vive en Huelva.
Las mediciones realizadas, en las balsas de Fosfoyesos vertidos pertenecientes a Fertiberia y Foret junto a la marisma del rio tinto (Huelva), superan 27 veces la máxima anual permitida por la legislación vigente para todo el mundo.
El Comité de Peticiones se encarga de gestionar las denuncias de
los ciudadanos por incumplimiento de la normativa comunitaria.
Greenpeace remitió el pasado mes de junio una petición a Bruselas
para que investigue la violación de cuatro Directivas por parte
Fertiberia en relación al vertido de fosfoyesos. La asociación
ecologista pide con ello el cese inmediato de los vertidos, que el
área se declare instalación radiactiva, la realización de un
estudio epidemiológico independiente para conocer el impacto de
este desastre ecológico en la salud de los onubenses y que las
empresas que han provocado esta situación paguen los gastos de
descontaminación de la zona.
Fertiberia se encuentra actualmente en una difícil situación
debido a las malas prácticas que viene desarrollando, desde hace
décadas en Huelva. Esto ha provocado un desastre sanitario y
medioambiental en la zona y ha hecho que tenga abiertas distintas
causas en los tribunales. Además, también está pendiente que la
Junta de Andalucía le conceda la Autorización Ambiental Integrada
(AAI), a la que Greenpeace y colectivos onubenses como la
asociación Mesa de la Ría han presentado múltiples alegaciones.
"A la vista de la reciente sentencia condenatoria de la
Audiencia Nacional y de las irregularidad denunciadas por
Greenpeace esperamos que tanto las autoridades comunitarias como el
Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Andalucía tomen en serio
el problema que supone para la salud y el medio ambiente los
vertidos tóxicos y radiactivos de Fertiberia en Huelva. Un primer
paso sería no conceder la Autorización Ambiental Integrada y
articular un plan para la recuperación de las marismas del Tinto",
ha afirmado Julio Barea, responsable de la campaña de Aguas de
Greenpeace.