Comunicado de prensa - enero 22, 2008
Activistas del buque Esperanza han bloqueado hoy el barco factoría Nisshin Maru para impedir que el barco de bandera panameña Oriental Bluebird le suministrara fuel en aguas antárticas. En una acción de protesta pacífica, las zodiacs de Greenpeace se situaron entre el buque factoría japonés y el barco gasolinera, impidiendo el reabastecimiento.
Unas pocas horas más tarde, las lanchas de Greenpeace trataron
de impedir la transferencia de cajas con carne de ballena entre el
Nisshin Maru y el Oriental Bluebird, siendo acosadas por varios
barcos de la flota ballenera. El hostigamiento cesó tras avistar al
Ocean Viking, el barco de vigilancia enviado por el Gobierno
australiano para controlar la flota ballenera.
En una transmisión por radio al Oriental Bluebird, el
responsable de Greenpeace Sakyo Noda pidió al buque que:
"abandonase las aguas antárticas inmediatamente: Su presencia aquí
no es deseada y constituye una amenaza para las limpias aguas de la
Antártida, que han sido declaradas como un área particularmente
sensible por la Organización Marítima Internacional, así como
reserva natural para la paz y la ciencia según el Tratado Antártico
(1). Las operaciones de reabastecimiento de combustible dentro del
área del Tratado son contrarias a su Anexo IV sobre prevención de
la contaminación ambiental. Japón, como firmante, debe cumplir con
la letra y el espíritu del Tratado".
Mientras el Gobierno de Japón permite a seis barcos de la flota
ballenera adentrase en el Santuario Ballenero Antártico, el barco
panameño Oriental Bluebird no tiene ninguna autorización de su
Gobierno.
"El Gobierno de Panamá, que defiende las ballenas en el seno de
la Comisión Ballenera Internacional, debe retirar su bandera al
Oriental Bluebird u ordenarle que deje de apoyar a la flota
japonesa si no quiere seguir siendo cómplice de la caza de
ballenas" declaró María José Caballero, responsable de la campaña
de océanos de Greenpeace.
Notas:
1. El Tratado Antártico entró en vigor en 1961 y se aplica a
todo el área situada al sur del paralelo 60. En 1998, el Tratado
fue complementado con el Protocolo del Protección Medioambiental
(llamado Protocolo de Madrid) en cuyo Artículo 2 se lee que "las
Partes se comprometen a una protección exhaustiva del medio
ambiente antártico y los ecosistemas dependientes y
asociados...".