Comunicado de prensa - julio 16, 2008
Esta mañana buceadores de Greenpeace a bordo del buque de la organización ecologista Arctic Sunrise desplegaron una pancarta submarina en la que podía leerse “El mar no es un basurero”. Los activistas demandaban así el reflotamiento del buque Don Pedro, hundido tras colisionar con un islote bien señalizado el pasado 11 de julio de 2007 en la bocana del Puerto de Ibiza.
Buceadores de Greenpeace, a bordo del Arctic Sunrise, en una protesta submarina en el Don Pedro, para reclamar que no se trate al Mediterráneo como si fuera un basurero
El buque de la naviera Iscomar y 142 metros de eslora, iba
cargado con 150 toneladas de gasóleo y todavía se encuentra
hundido, un año más tarde, a 43 metros de profundidad. En las
primeras horas tras el accidente se vertieron varias toneladas de
fuel que obligaron a clausurar tres playas -Talamanca, Figueretes y
En Bossa- cercanas al Parque Natural de Ses Salines.
Tras los vertidos, el día 12 de julio, Greenpeace presentó una
denuncia ante la Fiscalía de Baleares contra la empresa Iscomar,
propietaria del buque Don Pedro por el vertido de una cantidad
indeterminada de combustible en las costas de Ibiza, lo que podría
entrañar un delito ecológico por vertido de sustancias tóxicas al
medio ambiente (art. 325 del Código Penal).
El buque Don Pedro transportaba varias toneladas de residuos
peligrosos procedentes de vehículos al final de su vida útil que
regula la Directiva 2000/53/CE. A día de hoy todavía no está claro
si la naviera y las empresas gestoras de los residuos, habían
completado todos los trámites necesarios para realizar este
traslado y si había sido notificado al Ministerio de Medio
Ambiente.
La organización ecologista presentó el 27 de julio una nueva
denuncia contra la naviera Iscomar por ocultar el traslado de
varias toneladas de residuos de baterías de coches, residuos
considerados peligrosos por la UE. Las bodegas del Don Pedro
guardaban, en el momento de su hundimiento, 3.016 kilos de baterías
de coche usadas y 12 bidones con sustancias potencialmente
peligrosas no especificadas, y que resultaron ser filtros de
aceite.
"El Don Pedro, como todos los barcos en funcionamiento, contiene
una amplia gama de productos peligrosos, tales como metales
pesados, amianto o PCBs. Todas estas sustancias todavía se
encuentran en el fondo marino suponiendo una amenaza continua al
mar de Ibiza y a sus recursos naturales", ha declarado Pilar
Marcos, responsable de la campaña de costas de Greenpeace.
Actualmente las denuncias de Greenpeace se han incorporado a las
diligencias previas abiertas ante un Juzgado de Instrucción de
Ibiza, que sigue en trámite.
"Nos consta la voluntad del Govern Balear de reflotar el buque,
pero ha pasado ya un año y todavía el Don Pedro sigue en el fondo
del mar". "Queremos plazos concretos y un plan de reflotamiento
que tenga en cuenta las condiciones para reciclar el buque con
todas las garantías ambientales", ha añadido Pilar Marcos.