Ambos estudios muestran claramente que la pesca pirata de atún rojo está extendida en la región, y los responsables del agotamiento del atún rojo son miembros de la CICAA, la organización que supuestamente gestiona la pesquería.
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Un pequeño número de compañías e inversores dedicados al engorde de atún se están quedando con lo que antes era un recurso común compartido por cientos de pescadores que vivían del atún rojo en el Mediterráneo.
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La organización ecologista Greenpeace ha valorado como insuficiente y tardía la petición a Bruselas de la Ministra española de pesca Elena Espinosa para el cierre del caladero de anchoa. Greenpeace demanda al gobierno español que exija a Bruselas el cierre inmediato del caladero ya que no tiene sentido que se continúe pescando.
Greenpeace denuncia, en la víspera del Día mundial de los Océanos, la gravísima situación que atraviesan los recursos pesqueros y llama la atención sobre la protección de los ecosistemas marinos profundos. Greenpeace demanda medidas urgentes para salvar la pesquería del atún rojo en el Mediterráneo, el cierre del caladero de anchoa en el Golfo de Vizcaya y una moratoria internacional sobre el arrastre de profundidad en alta mar
Greenpeace denuncia, en la víspera del Día mundial de los Océanos, la gravísima situación que atraviesan los recursos pesqueros y llama la atención sobre la protección de los ecosistemas marinos profundos. Greenpeace demanda medidas urgentes para salvar la pesquería del atún rojo en el Mediterráneo, el cierre del caladero de anchoa en el Golfo de Vizcaya y una moratoria internacional sobre el arrastre de profundidad en alta mar
Greenpeace denuncia, en la víspera del Día mundial de los Océanos, la gravísima situación que atraviesan los recursos pesqueros y llama la atención sobre la protección de los ecosistemas marinos profundos. Greenpeace demanda medidas urgentes para salvar la pesquería del atún rojo en el Mediterráneo, el cierre del caladero de anchoa en el Golfo de Vizcaya y una moratoria internacional sobre el arrastre de profundidad en alta mar
Greenpeace denuncia, en la víspera del Día mundial de los Océanos, la gravísima situación que atraviesan los recursos pesqueros y llama la atención sobre la protección de los ecosistemas marinos profundos. Greenpeace demanda medidas urgentes para salvar la pesquería del atún rojo en el Mediterráneo, el cierre del caladero de anchoa en el Golfo de Vizcaya y una moratoria internacional sobre el arrastre de profundidad en alta mar
Greenpeace denuncia la gravísima situación que atraviesan los recursos pesqueros y llama la atención sobre la protección de los ecosistemas marinos profundos.
Este año, el día dedicado a los océanos coincide con la
dramática situación en la que se encuentran especies tan populares
como la anchoa o el atún rojo. Precisamente el barco de la
organización ecologista MY Esperanza se encuentra en estos momentos
en aguas internacionales del Mediterráneo denunciando la
sobreexplotación del atún rojo, una de las pesquerías más
emblemáticas de la región, a la que la pesca ilegal y la industria
del engorde de atún están llevando al colapso. Greenpeace está
demandando también el cierre del caladero de anchoa del Cantábrico
ante los alarmantes datos de capturas del mes de mayo, y los
informes científicos que alertan sobre su situación.
"La situación del atún rojo y de la anchoa son sólo la punta del
iceberg de lo que está pasando en los océanos",- ha declarado Juan
López de Uralde, director de Greenpeace España.- "La
sobrexplotación pesquera está acabando con la pesca a nivel
planetario, poniendo en riesgo la supervivencia de los ecosistemas,
las especies, y la viabilidad del propio sector pesquero"
Hace unos días, Greenpeace presentó un informe en el que
denunciaba que las capturas de atún rojo superan en más de 12.000
toneladas (o un 37%) la captura máxima legal de 32.000 toneladas
adoptada por la Comisión Internacional para la Conservación del
Atún Atlántico (CICAA), alcanzando las 44.000 toneladas.
"La extinción comercial del atún rojo en el Mediterráneo está a
la vuelta de la esquina. Este año es crítico para esta especie, una
de las más importantes desde el punto de vista económico y
ecológico en toda la región mediterránea",- afirmó Sebastián
Losada, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace.- "Los
Gobiernos miembros de la CICAA, organización que gestiona la pesca
de atún en la región, deben acabar con el escándalo de la pesca
ilegal sobre esta especie y aprobar medidas urgentes de
recuperación cuando se reúnan este mes de noviembre".
Además, la semana que viene Naciones Unidas se reúne en Nueva
York para discutir medidas urgentes de protección de las
profundidades marinas. Greenpeace estima que cada cuatro segundos,
un área marina del tamaño de 10 campos de fútbol es barrida por
buques de arrastre. En el transcurso del Día Mundial de los Océanos
una flota de unos 300 arrastreros que faenan en aguas
internacionales habrá barrido con sus pesadas redes unos 1.500 km2
de fondos marinos profundos, en uno de los hábitats más diversos y
más frágiles del planeta. De ahí que sea tan importante una
moratoria sobre la pesca de arrastre en alta mar para detener la
destrucción de estos ecosistemas únicos.
"Una moratoria sobre la pesca de arrastre en alta mar permitiría
un "tiempo muerto" para que los científicos evaluaran la
importancia y naturaleza de la biodiversidad de las zonas profundas
y para que los políticos pudieran desarrollar mecanismo legales que
garanticen el uso sostenible de estos recursos", declaró Karen
Sack, de Greenpeace Internacional, desde Nueva York.
Greenpeace lleva a cabo este año la expedición en barco más
ambiciosa de su historia, que ya ha llevado al Esperanza a aguas
antárticas, dónde se ha enfrentado a la flota ballenera japonesa; a
África Occidental, dónde ha denunciado el papel de la pesca pirata
en la destrucción de los recursos pesqueros africanos; a las Islas
Azores, dónde ha documentado la gran biodiversidad de los
ecosistemas profundos; y se encuentra ahora en el Mediterráneo,
exponiendo la esquilmación del atún rojo. Durante toda esta
expedición, el Esperanza será la principal plataforma de Greenpeace
para exponer la necesidad de crear una red de reservas marinas que
abarque el 40% de los océanos del planeta: lugares que se
protegerían de la explotación a gran escala y de la pesca
industrial; lugares desde donde nuestros océanos puedan empezar un
proceso de recuperación.