Comunicado de prensa - junio 21, 2007
El barco insignia de Greenpeace, el Rainbow Warrior, llegó esta mañana a Valetta (Malta) tras cinco semanas documentando las actividades de las flotas dedicadas a la pesca del atún rojo en el Mediterráneo central. Greenpeace ha encontrado evidencias de actividades ilegales contrarias a las normas acordadas por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA) (1).
Los barcos italianos Ligny Primo, el Maria Antonietta y el Luca Maria pescando atún rojo 90 millas al norte de Libia. El barco de Greenpeace Rainbow Warrior fue testigo de la pesca con avioneta, práctica ilegal, del atún rojo en esta zona.
Los barcos italianos Ligny Primo, el Maria Antonietta y el Luca Maria pescando atún rojo 90 millas al norte de Libia. El barco de Greenpeace Rainbow Warrior fue testigo de la pesca con avioneta, práctica ilegal, del atún rojo en esta zona.
Los barcos italianos Ligny Primo, el Maria Antonietta y el Luca Maria pescando atún rojo 90 millas al norte de Libia. El barco de Greenpeace Rainbow Warrior fue testigo de la pesca con avioneta, práctica ilegal, del atún rojo en esta zona.
Los barcos italianos Ligny Primo, el Maria Antonietta y el Luca Maria pescando atún rojo 90 millas al norte de Libia. El barco de Greenpeace Rainbow Warrior fue testigo de la pesca con avioneta, práctica ilegal, del atún rojo en esta zona.
"Se trata, un año más, de una pesquería fuera de control",
declaró Sebastián Losada, a bordo del Rainbow Warrior. "Es una
burla que las nuevas normas de gestión de la pesquería aprobadas
por la comunidad internacional sólo hayan entrado en vigor dos
semanas antes de que la temporada de pesca termine. Pero aún es
peor que, tal como hemos demostrado, no siquiera se respeten".
Greenpeace ha combinado la presencia del Rainbow Warrior en la
zona de pesca con el seguimiento de varios puertos y aeropuertos de
la región. El Raibow Warrior ha documentado la actividad de buques
de pesca tunecinos, italianos y franceses que faenan en la zona,
así como una flota multinacional de barcos tales como remolcadores
y buques de apoyo, que participan en operaciones relacionadas con
el negocio del engorde de atún.
La semana pasada, Greenpeace probó que el uso de avionetas para
detectar los bancos de atún es todavía una práctica común en la
zona, pese a que ha sido prohibida por el nuevo plan de
recuperación del atún rojo acordado por la CICAA. El Rainbow
Warrior observó las actividades de pesca de tres barcos de pesca
italianos rodeados de avionetas durante toda la operación de pesca
(2). Greenpeace también pudo observar la presencia de varios barcos
tunecinos que faenan sin licencia (3).
Los trasbordos (la transferencia de pescado de un buque a otro)
también parecen ser prácticas comunes en la zona, pese a que se
trata de una de las maneras en las que se "blanquean" las capturas
ilegales (4). El 11de junio Greenpeace observó el trasbordo en alta
mar de atún rojo entre el pesquero italiano Vergine del Rosario y
el buque frigorífico Daniela, abanderado en Panamá. El 12 de junio
el barco francés Jean Marie Christian VI trasbordó parte de su
carga al buque frigorífico panameño Astraea 102, tan sólo unos
minutos antes de que el nuevo plan de gestión de la CICAA entrara
en vigor (5). Todavía ayer, Greenpeace encontró al buque
frigorífico Daniela en mitad de la zona de pesca, lo que muestra
que estos barcos siguen realizando operaciones en mar abierto pese
a la prohibición de los trasbordos en vigor desde el pasado 13 de
junio.
"El plan acordado por los países miembros de la CICAA otorga
cuotas que son el doble de las recomendadas por sus propios
científicos. Simplemente no merece llamarse plan de recuperación",
añadió Losada. "Cada año hay menos atún y cada año es más pequeño.
Si los países mediterráneos no están en posición de garantizar que
sus flotas cumplen las normas, éstas deberían simplemente volver a
puerto. El plan de gestión de la CICAA debería ser revisado
urgentemente este año, no debemos esperar más".
-
Blog del Rainbow