Comunicado de prensa - mayo 26, 2008
Activistas de Greenpeace han sido arrestados esta mañana, en Bruselas, cuando conducían un coche al estilo de los Picapiedra desde la sede de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), principal grupo de presión de la industria automovilística europea, hacia el Parlamento Europeo. La policía belga ha confiscado el vehículo y ha trasladado a los activistas a sus dependecias.
Durante esta semana los europarlamentarios se reúnen para
discutir la propuesta de legislación que limitará las emisiones de
CO2 de los coches. La organización ecologista tenía como objetivo
entregar una tabla de piedra en la que figuran los logos de
Volkswagen, de BMW y Mercedes seguidos del mensaje "Driving climate
change" ("Cambio climático a toda velocidad").
Con esta procesión de la "Edad de la Piedra" Greenpeace quiere
recordar que la industria automovilística todavía está atrapada en
la dinámica anticuada de construir vehículos cada vez más rápidos y
poderosos a costa del clima. Este acto también marca hoy el
lanzamiento del informe de Greenpeace Cambio climático a toda
velocidad: cómo la industria automovilística está presionando para
socavar la legislación de la UE sobre eficiencia en el consumo de
combustible (disponible en www.greenpeace.es).
"La industria automovilística, dirigida por las compañías
alemanas, ha manipulado y ha dirigido la Unión Europea durante 17
años hacia sus intereses sin importarle su impacto climático. Nos
encontramos en un punto en el que, con este juego sucio, peligra la
capacidad de la Unión Europea de cumplir el Protocolo de Kioto" -ha
declarado Sara Pizzinato, responsable de la campaña de Transporte
de Greenpeace.
Este informe explica cómo:
- Los fabricantes alemanes de coches "han ganado la guerra
comercial" y ahora marcan las pautas para toda la industria,
desautorizando a los fabricantes italianos y franceses
- El Comisario europeo de Empresa e Industria, Günter Verheugen,
y la ACEA crearon el Grupo de Alto Nivel CARS 21 para introducir
las demandas de la industria en la política de la Unión Europea
(UE)
- Su "Planteamiento Integrado" ha permitido a las compañías del
sector del automóvil delegar su responsabilidad sobre las
emisiones de CO2 en los conductores, la planificación territorial y
los gobiernos
- Las grandes compañías de coches han premiado a los políticos
que les apoyan con descuentos sobre vehículos y otras ventajas
- La industria automovilística ya ha conseguido retrasar la
puesta en marcha de una legislación que limite las emisiones de
CO2 de los coches siete años, a pesar de los intentos de la
Comisión Europea, y ahora busca una demora de tres años más.
Greenpeace pide que la UE obligue definitivamente a la industria
automovilística a rendir cuentas de su impacto sobre el clima y
que introduzca un objetivo de obligado cumplimiento para las
emisiones medias de las flotas de las diferentes compañías de
coches a 120 g de CO2/km para 2012 y a 80 g de CO2/km para 2020.
Estos límites deben ir acompañados y respaldados por sanciones
significativas y no deben favorecer a las compañías alemanas que
producen los coches más pesados.
"El Parlamento Europeo no debe permitir al lobby automovilístico
que reduzca al mínimo las primeras medidas de la UE para mejorar la
eficiencia en el consumo de combustible de los coches. No se puede
permitir que la forma "prehistórica" de pensar de la industria
automovilística ponga en riesgo el planeta a cambio de ganancias a
corto plazo" -ha añadido Sara Pizzinato.