El informe "Nadando en Químicos" presentado hoy en 10 países europeos concluye que los ríos y lagos europeos están contaminados con sustancias químicas peligrosas bioacumulativas y persistentes. Greenpeace ha utilizado la anguila europea (/Anguilla anguilla) /para buscar retardantes de llama bromados, unas sustancias que se utilizan en textiles, plásticos y aparatos electrónicos, y PCBs, unos tóxicos que dejaron de utilizarse en los años 70. La anguila es una especie que se utiliza como bioindicador de la calidad del agua por su alto contenido en grasas y porque su ciclo vital es largo.
Greenpeace ha utilizado la anguila europea (/Anguilla anguilla) /para buscar sustancias químicas en los ríos europeos. La anguila es una especie que se utiliza como bioindicador de la calidad del agua por su alto contenido en grasas y porque su ciclo vital es largo.
Greenpeace ha utilizado la anguila europea (/Anguilla anguilla) /para buscar sustancias químicas en los ríos europeos. La anguila es una especie que se utiliza como bioindicador de la calidad del agua por su alto contenido en grasas y porque su ciclo vital es largo.
Greenpeace ha utilizado la anguila europea (/Anguilla anguilla) /para buscar sustancias químicas en los ríos europeos. La anguila es una especie que se utiliza como bioindicador de la calidad del agua por su alto contenido en grasas y porque su ciclo vital es largo.
Greenpeace ha utilizado la anguila europea (/Anguilla anguilla) /para buscar sustancias químicas en los ríos europeos. La anguila es una especie que se utiliza como bioindicador de la calidad del agua por su alto contenido en grasas y porque su ciclo vital es largo.
Greenpeace ha utilizado la anguila europea (/Anguilla anguilla) /para buscar sustancias químicas en los ríos europeos. La anguila es una especie que se utiliza como bioindicador de la calidad del agua por su alto contenido en grasas y porque su ciclo vital es largo.
Greenpeace ha utilizado la anguila europea (/Anguilla anguilla) /para buscar sustancias químicas en los ríos europeos. La anguila es una especie que se utiliza como bioindicador de la calidad del agua por su alto contenido en grasas y porque su ciclo vital es largo.
Greenpeace demuestra la contaminación química generalizada de los ríos y lagos europeos
Greenpeace presenta su informe dos semanas antes de que el
Parlamento Europeo y los Gobiernos de los Estados miembros decidan
si ceden al lobby de la industria química debilitando la propuesta
legal europea sobre químicos o si deciden controlar a la industria
para salvaguardar nuestra salud y el medio ambiente. En juego está
el control sobre las llamadas sustancias extremadamente
preocupantes (unas 2.000 de las 100.000 sustancias que produce la
industria química) que provocan graves daños al medio ambiente y la
salud pública.
Los retardantes de llama bromados son sustancias persistentes y
bioacumulativas que se comportan como disruptores hormonales, es
decir, que pueden alterar el sistema estrogénico y tiroideo. Los
PCB también son persistentes y bioacumulativos y tienen un alto
rango de efectos tóxicos entre los que se encuentran daños en el
hígado y afecciones al sistema reproductivo. Los PCB se prohibieron
en Europa en 1977, pero precisamente su capacidad de persistencia y
bioacumulación hace que siga en el medio ambiente.
Los análisis de las anguilas recogidas en 20 ríos y lagos de 10
países europeos demuestran la contaminación generalizada por
retardantes de llama bromados (BFRs), un grupo de sustancias
químicas que se utilizan actualmente. Pero también la presencia de
los PCB, unas sustancias que se eliminaron en los años 70 y todavía
siguen contaminando ríos, lagos y peces.
"La industria química presiona constantemente para escapar a la
regulación, y eso les permite seguir liberando las sustancias
químicas peligrosas al medio ambiente, que además permanecen
durante años contaminado nuestro entorno, nuestros alimentos e
incluso nuestro propio organismo", ha declarado Sara del Río,
responsable de la campaña de Tóxicos de Greenpeace. "Ahora el
Parlamento Europeo y los Gobiernos de los Estados miembros tienen
que decidir si apoyar los intereses de la industria química o
proteger a la naturaleza, a las personas y a las futuras
generaciones del riesgo que supone liberar este tipo de sustancias
peligrosas".
Los resultados muestran que las anguilas de todas las zonas
elegidas contienen, al menos, un retardante de llama bromado, lo
que indica la amplia dispersión de estos químicos en las aguas
europeas. Las anguilas españolas se recogieron en el río Miño y en
el Delta del Ebro. La anguila gallega destacaba por su alto
contenido en HBCD, un retardante de llama bromado. De hecho los
niveles que presentaban fueron los terceros más altos de Europa. Y,
aunque el contenido en PCB de ambas anguilas, no era de los más
altos superaban los niveles detectados en otro estudios de estas
características realizado en 2003 en el río Turia.
Aunque la sobrepesca, la pérdida de hábitats y posiblemente el
cambio climático son factores que provocan que hoy en día el número
de anguilas jóvenes que vuelven a aguas europeas sea menos del 1%
de las que lo hacían hace 50 años. Estudios científicos indican que
probablemente la contaminación con toxinas persistentes sea también
un factor relevante en la disminución de esta especie de la que se
cree que recorre miles de kilómetros desde el Atlántico Norte hasta
Europa.
De hedho, las nuevas evidencias indican que los retardantes de
llama bromados (BFR)además tienen un claro potencial de efectos
adversos en humanos y fauna salvaje, y que dos de los BFR
analizados en este estudio pueden provocar impactos negativos en el
desarrollo neuroconductual y del sistema hormonal tiroideo.
Greenpeace pide a los Gobiernos europeos y al Parlamento que
voten para que la legislación REACH (Registro, Evaluación y
Autorización de Sustancias Químicas) exija a la industria química
que identifique y sustituya las sustancias más peligrosas por
alternativas más seguras. El Parlamento europeo votará la propuesta
REACH el próximo 17 de noviembre.
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