Greenpeace
tiene sospechas de que este buque, de bandera rusa, lleva a bordo
bacalao capturado ilegalmente en el Mar de Barents y ha demandado a las
autoridades la inspección del carguero.
El
Mar de Barents (al norte de la península escandinava) alberga una de
las poblaciones en mejor estado del mundo de bacalao que está siendo
fuertemente explotada. De acuerdo con las estimaciones del Consejo
Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) el 26% de todo el
bacalao capturado en el Mar de Barents en 2005 fue pescado de forma
ilegal. (
www.ices.dk/committe/acfm/comwork/report/2006/may/cod-arct.pdf),
"La
industria pesquera ha esquilmado la población de bacalao en el Mar del
Norte y ahora dirigen su punto de mira hacia el Mar de Barents" ha declarado Sebastián Losada, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace. "La
pesca ilegal, no declarada y no regulada es una de las mayores amenazas
a la conservación y gestión adecuada de las poblaciones de peces y
supone una severa amenaza para la supervivencia del bacalao".
Una
de las tácticas más utilizadas en el Mar de Barents consiste en
declarar menos capturas diarias mediante el transbordo de parte de su
pesca a barcos de transporte como el Mumrinskiy. Estos barcos descargan
este pescado no declarado en puertos holandeses donde los documentos de
descarga con datos rusos no son verificados, por lo que el pescado
entra sin control en los mercados europeos.
El
Mumrinskiy tiene un largo historial de operaciones ilegales, incluyendo
el transbordo de pescado desde barcos incluidos en listas negras,
ignorando las órdenes de las autoridades noruegas y falsificando
documentos con dobles declaraciones de capturas para ocultar el pescado
capturado ilegalmente. Este barco transita frecuentemente por las aguas
internacionales que rodean la Zona Económica Exclusiva (ZEE) noruega
evitando, de esta forma, las inspecciones a bordo y transportando su
carga desde el Mar de Barents hasta los puertos de la UE.
"Es un escándalo que se siga permitiendo que barcos que transportan pescado capturado ilegalmente empleen los puertos europeos", añadió Losada. "La
única forma de detener la entrada del bacalao ilegal que acaba en
nuestros platos es intensificar las inspecciones y establecer
mecanismos de control rigurosos de la actividad de estos barcos de
transporte".
Greenpeace
ha denunciado en repetidas ocasiones que estos barcos de transporte
están totalmente fuera de control, trabajan en la ausencia de
observadores y es imposible saber el origen del pescado que
transportan. El pasado mes de abril Greenpeace bloqueo en el Puerto de
Las Palmas la descarga del buque Binar 4, vinculado a actividades de
pesca ilegal en la costa occidental africana.
El
barco de Greenpeace MV Artic Sunrise está trabajando en el Mar del
Norte y en el Báltico como parte de la expedición de Greenpeace, En
Defensa de Nuestros Océanos, que a lo largo de 14 meses está mostrando
las mayores amenazas a la biodiversidad en los océanos del Planeta así
como la importancia de su conservación y riqueza. Al mismo tiempo, otro
barco de la organización, el MY Esperanza, se encuentra en Filipinas
colaborando con las actividades de limpieza de la marea negra que
afecta a las costas de este país.