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Greenpeace considera que España puede asumir un objetivo de renovables del 30%

El Paquete de Medidas es un buen comienzo pero permite a España contaminar el doble que en Kioto

Comunicado de prensa - enero 23, 2008
Greenpeace considera un buen comienzo, pero vacilante e insuficiente, el Paquete de Medidas sobre Energía y Clima presentado hoy por la Comisión Europea. Esta serie de políticas necesarias para 2020 incluye objetivos de emisión de obligado cumplimiento, un significativo aumento de las renovables como fuente de energía e incentivos para incrementar la eficiencia y reducir la contaminación en la industria europea.

Pancarta humana con forma de energía eólica en Indonesia, el día de acción global contra el cambio climático.

Los objetivos asignados a España equivalen a un premio por haber aumentado las emisiones más que los demás países. El objetivo de reducir las emisiones un 10% (respecto a 2005 en los sectores no industriales) equivale a permitir que el total de las emisiones nacionales en 2020 aumenten más del  30% respecto a 1990, es decir, España podría aún aumentar sus emisiones el doble de lo permitido por el Protocolo de Kioto.

Greenpeace apoya el compromiso político para aumentar el uso de energía renovable, aunque considera que España debería asumir un objetivo de renovables de al menos el 30%, y no sólo del 20% que le ha correspondido, que es el mismo objetivo global europeo . "El cumplimiento del objetivo europeo del 20% de renovables será un paso crucial para conseguir un futuro energético seguro y limpio, y dejar atrás tecnologías obsoletas como la nuclear y el carbón. Además es una oportunidad para España para liderar un desarrollo sostenible", -ha declarado José Luis García Ortega, responsable de la campaña de energía de Greenpeace.

Sin embargo, el objetivo de aumentar el uso de biocombustibles en el sector transporte a un 10% plantea serias preocupaciones sobre su impacto social y ambiental, ya que los estándares de la Comisión no pueden garantizar adecuadamente la sostenibilidad. "El objetivo de la UE para biocombustibles es un error. La biomasa es más eficiente cuando se utiliza en electricidad y calefacción que como combustible para automóviles de alto consumo de energía", -ha afirmado Frauke Thies, responsable de energías renovables de Greenpeace para la Unión Europea.

"El Paquete de Medidas contiene una serie de elementos de mejora, aunque tiene un inconveniente fundamental: los números de las emisiones no suman todavía una reducción de las emisiones del 30%", -ha considerado Mahi Sideridou, directora de la Unidad política de Energía y Clima de Greenpeace en la Unión Europea. "Tal y como está la propuesta, se exige a los países y a la industria de la UE menos esfuerzo del necesario a favor del clima, ya que el objetivo total a alcanzar, consistente en reducir las emisiones el 20% para 2020, no es suficiente. La buena noticia es que el porcentaje puede y debe ser fácilmente revisado al alza". La Comisión ha incluido un mecanismo "automático" en sus propuestas para incrementar el objetivo de la Unión Europea tan pronto como se lleve a cabo un acuerdo internacional sobre el clima.

Greenpeace pide una reducción de las emisiones de la UE de un 30% para 2020, comparado con los niveles de 1990, que es el objetivo coherente con el ya asumido por la UE de mantener la subida de la temperatura media global por debajo de los 2ºC. Además, el objetivo de reducción del 20% propuesto hoy por la Comisión es débil cuando se compara con el reciente acuerdo de Bali, según el cual los países desarrollados deberían reducir sus emisiones entre el 25 y el 40% para 2020.

El Paquete también incluye las nuevas reglas para el funcionamiento del Sistema de Comercio de Emisiones después de 2012. "La Comisión repara algunos de los mayores errores del sistema de comercio actual. Entre los más importantes destaca la reducción de la cantidad de créditos gratuitos que se otorgan y establece las mismas reglas para todos los sectores industriales, sin importar en qué lugar de Europa se localizan" -ha añadido Sideridou. "Al final la Comisión cedió al alarmismo de la industria e intencionadamente ha dejado algunos vacíos legales en sus propias propuestas. Pedimos al Parlamento y a los gobiernos de la Unión Europea que los eliminen".

Greenpeace está en especial desacuerdo con el número y tipo de proyectos que tanto a los gobiernos como a las industrias se les permitirá realizar fuera de Europa para compensar sus emisiones. La organización ecologista pide una reducción mínima del 30% de las emisiones dentro de la UE. Cualquier crédito obtenido a través de proyectos externos debería ser adicional a este 30% de reducción y tener un beneficio ambiental garantizado.

Finalmente, Greenpeace tiene serias preocupaciones sobre la posición de la Comisión sobre la Captura y Almacenamiento de Carbono, ya que es un tecnología que todavía no está probada, es cara y potencialmente peligrosa, que no debería servir como excusa para continuar construyendo centrales térmicas de carbón bajo la promesa de que estén "preparadas para capturar".