Comunicado de prensa - febrero 18, 2006
Greenpeace considera muy acertada la petición del presidente francés Jacques Chirac del retorno a Francia del portaaviones tóxico, Clemenceau, que iba rumbo a las bases de desmantelamiento de buques en Alang, India. El buque dejó Francia el pasado 31 de diciembre de 2005, bajo una enorme nube de controversia, después de que Greenpeace y otras organizaciones lanzaran una campaña para impedir la exportación del Clemenceau a la India dónde finalmente sería desmantelado.
El portaaviones tóxico Clemenceau
El portaaviones tóxico Clemenceau
La razón esgrimida por Greenpeace es que este buque contiene un
alto contenido tóxico de amianto, PCBs y metales pesados, lo que
hace la exportación ilegal, según el Convenio de Basilea, tratado
internacional que prohíbe la exportación de residuos tóxicos de los
países desarrollados a los países que no forman parte de la
OCDE.
"Esta es una gran victoria para el medio ambiente y para la
campaña liderada por Greenpeace y otras organizaciones,"- ha
declarado Juan López de Uralde, Director de Greenpeace España. -"En
un mundo globalizado como el nuestro es de vital importancia que
países como Francia fomenten la justicia ambiental y social
haciéndose cargo de sus responsabilidades."
Ayer, el representante del Gobierno francés en el Consejo de
Estado recomendó la suspensión del traslado del Clemenceau a la
India, destacando la posibilidad de que se han podido violar la
legislación europea. El Presidente Chirac anunció hoy la decisión
final de hacer regresar el portaaviones a Francia. Greenpeace
también considera una buena noticia el anuncio de Chirac de que
Francia va a desarrollar una infraestructura europea para
descontaminar los buques europeos antes de que sean enviados a Asia
para ser desmantelados.
El Clemenceau es, sin duda, uno de los mayores buques enviados a
Asia para ser desmantelados, pero todos los años llegan a
Bangladesh, India, China y Paquistán un gran número de barcos con
sustancias altamente tóxicas, entre ellas amianto, PCBs (bifenilos
policlorados) y metales pesados. En estos países el sistema de
desguace no respeta los sistemas europeos de protección ambiental y
sanitaria suponiendo un grave riesgo para las poblaciones
locales.
"La decisión del Presidente Chirac, se ha convertido en un
ejemplo de cómo los gobiernos, cuando son presionados por la
opinión pública, pueden adoptar acciones responsables,"- ha
declarado Sara del Río, Responsable de la Campaña de Tóxicos.-
"Este incidente debe ser asumido no sólo como un precedente para el
desmantelamiento de buques, sino también para todo el traslado de
residuos tóxicos."