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Greenpeace celebra el fin de la contaminación por DDT en Europa con el cese de los vertidos de Montecinca al Ebro

La Confederación no renueva a la empresa la autorización para fabricar dicofol, tras considerar las alegaciones de la organización ecologista

Comunicado de prensa - diciembre 5, 2007
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) paraliza definitivamente los vertidos de DDT al río Cinca, afluente del Ebro, al desestimar la solicitud de la empresa Montecinca, situada en Monzón (Huesca), de seguir fabricando el plaguicida dicofol. Esta decisión de la CHE es vinculante por lo que el Gobierno de Aragón, a través del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) tendrá que denegar la petición de la empresa.

Toda la producción europea de dicofol (su residuo de fabricación es el DDT) sale de la fábrica de Montecinca, S.A. (Huesca-España), ya que no se fabrica en ningún otro país europeo.

Greenpeace descubre en un afluente del Ebro niveles de ddt 3.000 veces mayores a los objetivos de calidad de la Confederación Hidrográfica del Ebro

Los vertidos de DDT de la empresa Montecinca, S.A. están contaminando la cadena trófica poniendo en riesgo el medio ambiente y la salud pública.

El pasado mayo, Greenpeace, que desde hace años pide el fin de la fabricación de dicofol, presentó alegaciones a la solicitud de Montecinca para que no les fuera autorizada la producción del contaminante dicofol. Con esta decisión de la CHE, Europa cesan definitivamente los vertidos industriales de DDT, puesto que Montecinca es la única empresa en el continente que aún fabricaba dicofol.

"Para Greenpeace es una buena noticia que se elimine una sustancia tan peligrosa como el DDT, que es tan persistente que puede encontrarse todavía en la sangre de la mayoría de los ciudadanos españoles. Ya es hora de que se dejen de primar los beneficios económicos de la industria química a costa de la contaminación de nuestro medio ambiente", ha declarado Sara del Río, responsable de la campaña de Tóxicos de Greenpeace. "Sólo esperamos que este caso sea el primero de los muchos que aún existen en España", añadió.

La contaminación química por DDT y por dicofol es muy grave, ambas sustancias son persistentes, bioacumulativas y tóxicas, además ambas han sido catalogadas como disruptores endocrinos, sustancias que alteran el sistema hormonal.

Su peligrosidad ha llevado a varios convenios internacionales a pedir su eliminación (Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes, Convenio OSPAR para la protección del Medio Ambiente Marino del Atlántico Nordeste, Protocolo de COPs de la UNECE). Asimismo, varias legislaciones de la UE, algunas de ellas en revisión, mantiene la atención sobre la eliminación de estos contaminantes (Reglamento REACH, Directiva sobre comercialización de Fitosanitarios, Directiva Marco de Aguas,...).

"Montecinca dejará de verter DDT, pero su rastro y la contaminación que ha provocado aún permanecerán muchos años", recordó Del Río.