Comunicado de prensa - julio 18, 2007
Los pescadores de Palamós (Girona) se unen a los pescadores de Lira o El Hierro como referencia en la promoción de la protección del medio marino y su recuperación.
Especies mediterráneas. Greenpeace/Roger Grace
Miembros de Greenpeace, a bordo del Rainbow Warrior, presentaron
hoy en Palamós su apoyo al proyecto de creación de una reserva
marina en las Islas Formigues, promovido por la Cofradía de
Pescadores de Palamós y la Càtedra d'Estudis Marítims de la
Universitat de Girona. Los pescadores de Palamós se unen así a los
primeros proyectos en los que, como en Lira (A Coruña) y El Hierro,
son los propios pescadores los que están promoviendo la protección
de zonas especialmente sensibles en el medio marino para permitir
la recuperación de los recursos pesqueros y tratar de garantizar
una actividad pesquera sostenible en el futuro.
"El descenso de los recursos pesqueros en el Mediterráneo es
evidente. Son imprescindibles iniciativas que permitan su
recuperación; un proyecto como éste en el que los propios
pescadores promueven la protección del medio marino es un ejemplo
del camino a seguir en todo el mundo", ha declarado Sebastián
Losada, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace.
Tal como constata la memoria del proyecto, la actividad pesquera
de la flota artesanal se ve actualmente amenazada por la
disminución continua de la riqueza debido a la sobrepesca, el
aumento de la presión sobre el medio marino por parte de otras
actividades como la pesca submarina y los fondeos, y la degradación
de los espacios costeros.
La propuesta supone el inicio de un proceso participativo de
discusión que incluya a todas las partes interesadas y que origine
un modelo de gestión con una zona delimitada de reserva integral en
la que las actividades extractivas queden prohibidas. Otra zona se
destinaría al uso exclusivo de las flotas pesqueras profesionales
tradicionales. También se establecerían zonas y normas para la
práctica de la pesca recreativa, el buceo y otros usos del mar.
Además, deberá hacerse hincapié en mejorar el conocimiento
científico de la zona incluida en el proyecto.
"Por el momento ejemplos como el de Palamós no son numerosos
pero esperamos que se multipliquen en los próximos años. Todavía
queda un importante camino que recorrer pero el resultado final
será no sólo una mayor protección del medio marino sino también una
actividad pesquera más sostenible y una garantía de futuro para los
pescadores artesanales de la zona", ha declarado Anna Rosa
Martinez, delegada de Greenpeace en Catalunya.
El Rainbow Warrior se encuentra realizando en el Mediterráneo
desde el pasado 14 de julio una intensa campaña para denunciar las
agresiones que sufre este mar y demandar la creación de una red de
reservas marinas en la región como uno de los instrumentos
principales para permitir la recuperación de los ecosistemas
marinos de la región, fuertemente afectados por la sobrepesca, la
contaminación y la degradación de los ecosistemas pesqueros.